23 may 2019
TEA Tenerife Espacio de las Artes presenta el tercer y último capítulo del ciclo expositivo 'Crisis? What Crisis?'
La muestra, que se inaugura mañana [viernes 24] a partir de las 20:00 horas, reúne un centenar de obras de una veintena de artistas
TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo del Cabildo, presentó hoy [jueves 23] Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas. Esta exposición recoge y analiza las obras de una veintena de artistas que decidieron hablar en primera persona de su peripecia vital, marcada por la necesidad de construir narrativamente unas vidas que debían desenvolverse en un contexto cambiante que dificultaba sobremanera vivir a largo plazo.
El director artístico de TEA, Gilberto González, y los comisarios de la muestra, Moneiba Lemes y Ramón Salas, dieron a conocer los detalles de esta colectiva acompañados de los artistas que forman parte de ella: Alby Álamo, Teresa Arozena, Raúl Artiles, Karina Beltrán, Mª Laura Benavente, Francisco Castro, Néstor Delgado, Lecuona y Hernández, Moneiba Lemes, Martín y Sicilia, Cristina Maya, Ubay Murillo, José Otero, Pérez y Requena, Fernando Robayna, Adassa Santana, Diego Vites y Juan José Valencia. También asistió a este acto de presentación Alejandra Corbera, la responsable de Asuntos Corporativos y Comunicación de JTI en Canarias, empresa que patrocina esta muestra.
Gilberto González recordó que esta exposición se inaugurará mañana [viernes 24] a las 20:00 horas y que se podrá visitar en TEA hasta el 13 de octubre, de martes a domingo de de 10:00 a 20:00 horas. González señaló que estos artistas “han dado un nuevo impulso, una nueva interpretación al arte en Canarias”. También durante su intervención destacó que el concepto de esta exposición ayuda a entender la propia colección de TEA y “a poder empezar a pensar y a trazar nuevas formas de relacionar todo aquello que se ha ido coleccionado estos años en este centro”. Agradeció además el apoyo de JTI en la producción de este proyecto.
El centenar de creaciones que conforman esta exposición proceden de las colecciones de TEA Tenerife Espacio de las Artes, del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, de la Fundación Mapfre Guanarteme, del Museo Municipal de Bellas Artes, del CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno, de la galería Artizar, de BIBLI, de la galería ATC Agencia de Tránsitos Culturales así como de colecciones particulares y de las de los propios artistas.
Ramón Salas recordó que esta nueva muestra -en la que también participan otros colectivos como El Apartamento, Keroxen, Academia crítica, Oficina para la Acción Urbana o Solar- es la continuación del ciclo de exposiciones Crisis? What Crisis?, iniciado en 2016, el año en que se cumplieron 40 años desde el fin de los 40 años de la dictadura de Franco. Precisamente y aprovechando esa efeméride, se plantearon estas exposiciones con las que pasar revista a otras tantas sensibilidades, corrientes o líneas de fuerza del arte canario contemporáneo, entendiendo por tal el realizado por los artistas nacidos después de la muerte de Franco.
Estos artistas eclosionaron o maduraron en torno al 2008, y fueron afectados intensamente por su crisis, razón que explica el título del ciclo, que hace alusión a un famoso disco de Supertramp editado también en 1975. ¿Tiene forma la catástrofe? es el subtítulo de este ciclo que trata precisamente de encontrar continuidades en una generación marcada por la inestabilidad.
Moneiba Lemes -que señaló que en esta muestra hay obra desde 1996 hasta la actualidad- resaltó que este grupo de artistas, que se mostraron “menos interesados por el arte público y la identidad comunitaria que por la dimensión pública y comunitaria del arte privado tematizaron sus propias dificultades para instalarse en el nihilismo”. En este sentido -detalló- trataron de dar ejemplo, en primera persona, de sus esfuerzos por protagonizar la construcción narrativa de su propia vida. No representaban una forma de ser, sino una manera de estar, incierta y definida por la intensidad de las decisiones, aparentemente costumbristas.
Es de destacar que en torno a esta preocupación compartida forjaron una amistad personal que se convirtió en afinidad intelectual. No en vano se hicieron amigos en la facultad, convirtiendo su relación en un ‘proyecto académico’. Lo que también les condujo a poner en relación su relato, radicalmente contemporáneo, con la historia de la pintura de género y, con ello, con el nacimiento de la subjetividad moderna (y del cuadro) en la Holanda del S.XVII. Pero fueron ellos mismos los que más influyeron sobre sí mismos, lo que determinó que, poco a poco, el habito de la creación individual fuera derivando hacia la construcción de redes que les permitieran “performar” sus propias vidas en una realidad que, toda ella, se había convertido ya en un escenario global del tránsito y la inestabilidad.
Las salas en las que se exhibe Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas, plantean dos recorridos. Hacia la derecha se puede ver la evolución histórica: desde el nacimiento de la Escuela de La Laguna (en un montaje que trata de rememorar los cuadros de Gabinete que tanta influencia tuvieron en su formación), hasta su conversión en un espacio de relación (ejemplificado en El Apartamento), pasando por lo que podríamos considerar la segunda generación (o promoción).
Hacia la izquierda se plantean las evoluciones de los temas principales: hacia la representación de la multitud como nuevo sujeto, hacia el interés por los objetos y las clasificaciones en la línea de los Nuevos materialismos o del pensamiento decolonial, y hacia la evolución desde los iniciales signos de optimismo o, al menos, de esperanza, hacia unas visiones más siniestras conforme la sociedad líquida se iba llevando las vidas por el sumidero.
En la sala inicial hay una introducción a los temas centrales y recurrentes: la tabla rasa del nihilismo, la autorepresentación (en clave narrativa), la autodefinición de la subjetividad a partir de gestos mínimos y costumbristas, los espacios de tránsito y la construcción, en esos espacios del nihilismo, de un territorio propio.
Los artistas que se reúnen ahora en esta muestra -explicaron los comisarios- eligieron como procedimiento fundamentalmente la pintura, pero no porque pintar fuera lo normal para los creadores, sino todo lo contrario, porque había dejado de ser una técnica viable, incapaz, por su ritmo lento y su estaticidad, de dar cuenta de unas vidas aceleradas. En este sentido, Moneiba Lemes y Ramón Salas detallaron que estos artistas con sus autorretratos y los retratos de su círculo de amigos anticiparon la moda del selfie y la costumbre antropológica de exponer, es decir, de traducir en imágenes, los hábitos vitales.
Pero, frente a la habitual interpretación de la “estetización de la existencia” como un triunfo del gusto frente al criterio, lo que trataban de hacer llevando la representación de sus comportamientos cotidianos al plano pictórico era, al contrario, someter hasta las decisiones más nimias a ese espacio de reflexión, debate y creación de valor que es el arte. Estas micropolíticas de lo cotidiano tratan de darle profundidad histórica, es decir, de vincular con la génesis y crisis de los modelos de subjetividad burguesa, al hábito hoy mecanizado e irreflexivo de exponer en las redes la propia intimidad, es decir, de darle profundidad a la práctica de la “extimidad”.
Detallaron que esta forma de trabajar que tenían contrastaba con las modas metropolitanas, con las que compartían sin embargo el interés antropológico por los microcomportamientos; pero tampoco reproducía las tradiciones artísticas locales. Durante casi un siglo, el tema principal y casi único del arte canario fue Canarias, identificada fundamentalmente por su geografía, que se suponía que determinaba el comportamiento y el espíritu del isleño. Estos artistas dejaron de utilizar los lenguajes metropolitanos para hablar de “lo nuestro” y comenzaron a hablar de lo de todos pero con sus acentos.
Es decir, a contar cómo vivían localmente el problema global de tener que aprender a habitar la precariedad, la inestabilidad y la inseguridad. Pisos de alquiler u hoteles, como metáforas del nihilismo, sirvieron de escenario para reflexionar sobre unas vidas de paso que ya no estaban determinadas por la geografía -como bajo el paradigma de la identidad- sino marcadas por la historia o, mejor dicho, por el fin de la historia, por la crisis de los grandes relatos colectivos en los que era posible integrar la vida propia.
La exposición se complementa con una serie de actividades paralelas, entre las que se encuentran, una visita guiada con el alumnado de la Universidad de Mayores (27 de mayo), la presentación de ¿Qué fue El Apartamento? (6 de junio), la presentación de La Piscina Editorial, que incluye una serie de charlas bajo el título de Lo que vino después (12 de junio) así como una comida relacional Noodles y conversación con lxs alumnxs de Bellas Artes (13 de junio).
JTI
El apoyo al patrimonio cultural es una constante en JTI. De hecho, colabora activamente desde el año 2010 con TEA Tenerife Espacio de las Artes. Ambas instituciones mantienen una buena relación y sintonía que tiene como fin la promoción y divulgación de la cultura y el arte en Canarias para hacerla accesible a toda la sociedad. Como en otras ocasiones, JTI no ha querido dejar pasar la oportunidad de apoyar esta exposición. “El objetivo fundamental en nuestra apuesta con TEA es colaborar para traer a las islas manifestaciones artísticas y culturales de primer orden y que TEA cuente con una oferta cultural de calidad acorde con las tendencias a nivel mundial, preservando así el legado cultural y haciéndolo accesible a toda la sociedad canaria”, señaló en esta presentación Alejandra Corbera.