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19 ago 2024

TEA clausura esta semana la exposición ‘Orocobix. Recuerdo de la primera montaña’, de Jorge González

La muestra, que puede visitarse hasta este domingo (día 25), propone un diálogo entre el arte y los procesos artesanales

TEA Tenerife Espacio de las Artes clausura este domingo (día 25) Orocobix. Recuerdo de la primera montaña, una exposición que ofrece una mirada retrospectiva a una década de trabajo del artista Jorge González (Puerto Rico, 1981) y a su plataforma de investigación y práctica interdisciplinaria Escuela de Oficios, cuyos procesos mantienen una relación entre el territorio, el cuerpo, los materiales y la salud. Esta muestra es la primera que se le dedica en Canarias a González y en ella se despliegan, en distintos ámbitos, procesos artesanales que conectan diferentes geografías de Centroamérica, el Caribe y Canarias.

Bajo la curaduría de Michy Marxuach esta individual -que puede visitarse de manera gratuita de martes a domingo y festivos de 10:00 a 20:00 horas- plantea un espacio de aprendizaje sobre procesos artesanales relacionados con la transformación de la energía en materia, con el paso del fuego a lo simbólico, con el arte o con las relaciones que se establecen a través de estos saberes y los territorios en los que nacen.

El título de la muestra Orocobix es una palabra de origen arahuaco-taína cuya posible etimología sería o (montaña), roco (recordar o conocer) y bi (vida, principio, primero) y que podría traducirse como Recuerdo de la primera montaña, de ahí el subtítulo de la muestra. Es también un nombre asociado al territorio montañoso de Puerto Rico que hoy se conocen como Aibonito, Barranquitas, Morovis, Ciales y Orocovis. De ahí que esta exposición invoca también, a través de esta palabra, compromisos, encuentro de formas, materiales, intenciones, voluntades, cosechas, cultivos y tejidos, con y entre seres.

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En palabras de la curadora, Michy Marxuach, “la obra de González nos hace constantemente preguntarnos cómo asumimos la educación académica occidental y nos posiciona ante el espacio crítico que es pensar nuestra indigeneidad en nuestra construcción moderna. En lugar de intentar clasificar una u otra, su obra aborda el tema, experimenta con el material y nos hace trabajar conscientemente sobre la sistematización que nos afecta e identifica”. En el trabajo de González el oficio va a contracorriente de las lógicas de la eficiencia de nuestro presente, donde el trabajo manual es borrado por la productividad industrial, y ofrece la posibilidad de establecer nuevas redes de relaciones.

Poniendo atención a esa necesidad humana por hacer, siempre en un espacio de transición en el que los problemas se abordan en un horizonte de incertidumbre, el trabajo de Jorge González ensaya modos de existencia en correspondencia con otros seres. A su vez, su obra plantea un sincretismo donde diferentes saberes y creencias se cruzan e implican para la construcción colectiva de cosmovisiones que cuestionen las narrativas dominantes.

Desde hace una década, Jorge González ha planteado un espacio pedagógico bajo el nombre de Escuela de Oficios, una plataforma de investigación y práctica interdisciplinaria basada en el desarrollo continuo de un espacio colectivo de aprendizaje. Los participantes se dedican a mapear, documentar y emplear técnicas artesanales, apoyándose de un programa móvil que progresa a través de conversaciones, talleres y exhibiciones. Cada uno de los intersticios, a su vez, genera desde su núcleo un sinnúmero de mediaciones y activaciones que fortalecen y crean nuevos vínculos para encaminar la distribución generosa de conocimientos, compartir desde la historia oral y practicar las técnicas ancestrales de forma colectiva.

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