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Pájaros

LILLIESTRÖM, Per

1959

Técnica: Óleo

Medidas: 88 x 128 cm

Número de registro: TEA2016-001

El artista de origen sueco Per Lillieström (Estocolmo, 1932) fue residente en el norte de Tenerife desde mediados de los años cincuenta, momento en el que Óscar Domínguez le hablara, en el París de 1956, de su hermosa y paradisíaca isla natal, al margen de los inviernos europeos y los acontecimientos de la gran urbe. Según las palabras del propio pintor, fue el mismo Óscar Domínguez quien le recomendó contactar con el también de origen sueco Eduardo Westerdahl, crítico de arte que siguió muy de cerca la trayectoria de su pintura y escribió sobre sus sinergismos y micropaisajes abstractos de los años sesenta y setenta, expuestos por diversas galerías y espacios de arte europeos. Con todo, la trayectoria del pintor quedó especialmente marcada por uno de los temas más obsesivos de su pintura desde sus inicios: el viaje de las aves migratorias como metáfora de su itinerario vital y como representación de la figura del viajero. Per Lillieström insiste en volver una y otra vez en su pintura sobre la imagen del Charrán Ártico o Sterna Paradisea, ave célebre por realizar la mayor migración estacional conocida del reino animal: cada año su ansia viajero lo conduce de un extremo al otro del planeta persiguiendo, incansablemente, los aires cálidos del verano. El nombre “sterna” recuerda la palabra “stjärna” (estrella, en lengua sueca) quizás por las curiosas formas luminosas que adoptan estas aves durante su vuelo en las alturas evocando estrellas en el cielo. Durante su estancia en Canarias ejerció también la investigación sobre el sentido del viaje en las antiguas poblaciones nórdicas y europeas, junto al que fuera su amigo Thor Heyerdahl, con quien llegó a publicar dos libros y con quien mantuvo una relación de estrecha amistad.

 

"Per Lillieström se ha mantenido el a las esencias plásticas de sus conquistas que son las conquistas de nuestro tiempo. Cierto estado de abstracción, cierto estado nebuloso de los objetos, ciertas esencias naturales del arte dan origen o hacen la revelación de una carga humana".

[Eduardo Westerdahl]

 

"Como artista debo sentir que soy un mediador para lo que sucede a nuestro alrededor. No deseo imitar la realidad, sino aventurarme a su interior. Necesito buscar otra dimensión para lograr cierta distancia. Puedo conseguirlo, al menos parcialmente, alterando los tamaños... Ampliando... Reduciendo... creando mis Micropaisajes".

[Per Lillieström]

 

"Como sucede con pájaros y aves, los métodos de orientación sobre los que se ha desarrollado la pintura de Lillieström tienen que ver más con lo mágico, con la epifanía libre, con lo impalpable, con lo que no se puede legalizar o con la exploración de las zonas ultrasensibles de la tierra (como diría Breton a propósito de Canarias). Por contradictorio que parezca, el viaje del charrán es ctónico. El ave emblemática de Lillieström se desplaza del cielo a la tierra, desde el aire translúcido, donde no hay lenguaje, hacia los secretos de los minerales, donde el lenguaje es sólo un micropaisaje químico, una osamenta muda. “A skull, or the skeleton of some dead animal can be most beautiful”, dijo Lilleström en una entrevista de hace cuarenta años. No por casualidad, en su descenso hacia la materia, el charrán aparece transmutado –casi habría que decir mineralizado– en parte de la materia misma, fosilizado en los lechos de arena volcánica de algunas de sus pinturas".

[Francisco León]