Nude
BRANDT, Bill
1951
Técnica: Gelatina a las sales de plata
Medidas: 23 x 19.6 cm
Número de registro: COFF2009-0276
Depósito de la Fundación Ordóñez–Falcón de Fotografía Colección TEA Tenerife Espacio de las Artes Cabildo Insular de Tenerife
“One day in a second-hand shop, near Covent Garden, I found a 70 – year – old wooden Kodak. I was delighted. Like nineteenth-century cameras it had no shutter, and the wide – angle lens, with an aperture as minute as a pin-hole, was focused on infinity. In 1926, Edward Weston wrote in his diary, ‘The camera sees more than the eye, so why not make use of it?’ My new camera saw more and it saw differently. It created a great illusion of space, an unrealistically steep perspective, and it distorted. When I began to photograph nudes, I Let myself be guided by this camera, and instead of photographing what I saw, I photographed what the camera was seeing. I interfered very little, and the lens produced anatomical images and shapes which my eyes had never observed”.
“Un día, en una tienda de segunda mano cerca de Covent Garden, encontré una Kodak de madera de 70 años. Estaba encantado. Como es común en las cámaras del siglo XIX, no tenía obturador y el objetivo de gran angular, con una apertura tan diminuta como el ojo de una aguja, estaba enfocado en el infinito. En 1926, Edward Weston escribió en su diario: "La cámara ve más que el ojo, así que ¿por qué no hacer uso de ella?" Mi nueva cámara veía más y veía de manera diferente. Creó una gran ilusión de espacio, una perspectiva irreal y distorsionada. Cuando comencé a fotografiar desnudos, me dejé guiar por esta cámara, y en lugar de fotografiar lo que veía, fotografiaba lo que veía la cámara. Interferí muy poco y la lente produjo imágenes y formas anatómicas que mis ojos nunca habían observado".
[Bill Brandt. Fragmento extraído de Brandt: the photography of Bill Brandt / Bill Jay and Nigel Warburton. Thames & Hudson, Londres, 1999].
Perspective of Nudes (1961) es una de sus series más prolongadas en el tiempo, se extiende hasta los años ochenta, y la crítica la ha considerado uno de sus mejores trabajos. Brandt afirmó que las cámaras modernas estaban diseñadas para imitar el cuerpo humano y crear una visión y perspectiva precisa que consideró demasiado perfecta. Por eso, para su serie de desnudos experimentó con una cámara fotográfica de 1931, hecha de caoba y latón, que había sido utilizada por la policía para fotografiar escenas de crímenes. Esta le permitió adoptar la mirada distorsionada de, en palabras suyas, “un ratón, un pez o una mosca”.
Aunque se sabe que ya había comenzado a capturar desnudos en los años treinta, realiza los primeros ensayos serios a mediados de los cuarenta, cuando se declara el fin de la guerra. El primero de ellos aparece publicado en la revista Liliput en febrero de 1942. Las imágenes las revela en blanco y negro porque, según él, aporta mayor contraste, nitidez y dramatismo, algo que no se puede lograr con las fotografías a color.
Para los desnudos reconoció haberse inspirado en la cinematografía de gran angular y enfoque profundo que se había empleado en Citizen Kane (1941) de Orson Welles. Impresionado por la cinematografía de Greg Toland, se obsesionó con la posibilidad de emplear un enfoque con amplia profundidad de campo que abarcara todo el espacio en el que posaba la modelo. Asimismo, su serie de desnudos vuelve a poner la mirada en el surrealismo y bebe de su profunda admiración e inspiración por otros artistas como Man Ray, Picasso, Matisse o Arp.
Nudes está dividida en seis secciones que transitan por diversos espacios y perspectivas, desde sombreados interiores victorianos hasta cálidas y liberadoras playas en East Sussex, Normandía o la Bahía de Anges en Niza. Las dos fotografías de Brandt dentro de la Colección Ordóñez–Falcón de Fotografía corresponden a la primera sección de desnudos. Son imágenes cargadas de erotismo, contrastes, luces y sombras que narran un viaje por las zonas más íntimas del cuerpo humano y el diálogo que estas entablan con el medio. De esta forma, el artista crea todo un imaginario nuevo que logra calar en la mente del espectador.