La bola roja

"La pintura La boule rouge (1933) fue expuesta por Óscar Domínguez en su exhibición individual de 1933, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife entre el 4 y el 15 de mayo. Reseñada en la décima quinta entrega de la revista internacional de cultura, Gaceta de Arte (1932-1936), con una fotografía del pintor en su estudio acompañado por el poeta Domingo López Torres, la muestra fue presentada y acogida como una actividad propia de la revista. En ella se exhibieron quince óleos surrealistas "de temática sexual", tal y como aparece subrayado en aquella reseña. La boule rouge (1933) tiene como protagonista una figura femenina que realiza trucos de magia, a la manera de un surrealista que ofreciera, a través de su pintura o de su poesía, otros mundos posibles o imposibles, pero siempre verosímiles y maravillosos. Esta obra debe entenderse en el contexto de la preferencia del Surrealismo por el mundo de la magia y de lo onírico. Representa, en buena medida, la atención de la pintura surrealista hacia todo lo que no puede ser susceptible de explicación científica: los sueños, el subconsciente, el azar, el poder de adivinación, la sabiduría de pueblos ancestrales. Asismismo, desde el punto de vista de su composición, en ella asistimos a la deformación y alargamiento desmesurado del cuerpo de la mujer, a la mutilación daliniana y al derramamiento de las masas de color que, en el caso de Domínguez, es una clara alusión a la materia gestante, lávica, en que se comportan las caprichosas formaciones orográficas de su isla natal".

[Texto: Isidro Hernández, Conservador Colección Óscar Domínguez / Conservador Jefe Área de Colecciones TEA Tenerife Espacio de las Artes]