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Cabeza de toro

DOMÍNGUEZ, Óscar

1941

Técnica: Óleo sobre lienzo

Medidas: 50 x 65 cm

Número de registro: TEA2019-001

"Veinte años de amistad me inclinan a tener un juicio parcial sobre el arte de Óscar Domínguez. Delante de sus obras, siempre está el hombre que emerge, tal y como se me apareció un mediodía de 1937, macrocéfalo feroz y melancólico, con los ojos brillantes por los reflejos de un alcohol peligroso. Señorial entonces y siempre, de líricos bigotes, de mentón imperial, la nariz desafiando orgullosamente las normas, yo lo veía saliendo armado de una de estas novelas picarescas de Alemán o de Quevedo en las que nobleza es ante todo libertad de ademanes y De espíritu. Feroz, ciertamente, por la prodigiosa avidez de ser, el deseo siempre renovado de encarnizarse sobre el instante y de engullirlo en el goce, con la furia del tigre que atrapa una presa entre sus garras. Melancólico, también, por el amargo conocimiento de los juegos del deseo y de la saciedad. Indignado por no tener verdaderas alas y por quedar sujeto a las leyes de un mundo regido por la razón. Niño, por la voluntad de someter aquel mundo a su capricho, por el paso constante del asombro maravillado a la ira, de la euforia a la desilusión, de la risa al miedo. Poeta en fin y artista, y como ellos en nuestro tiempo, monstruo, persona en todo sentido desplazada, extraviada, poniéndolo todo de nuevo en cuestión, inasimilable, indómita".

[Patrick Waldberg, Les demeures d'Hypnos, 1976.]