Cabeza de muchacha

Esta pequeña talla de madera de Plácido Fleitas es un buen ejemplo de la escultura de corte indigenista practicada por los alumnos de la escuela Luján Pérez. En esta obra el escultor resalta las facciones y estereotipos de los rostros canarios, especialmente las de aquellos que vivían alejados de la urbe, en las zonas de Adeje o Agaete. Idealiza el estereotipo de un rostro, con pómulos salientes, nariz rechoncha, con el mentón saliente y los labios pronunciados; que, según Fleitas, estaba conectado con las personas que vivían en las islas antes de la conquista de Canarias. Es por esto por lo que se entiende que Plácido Fleitas lo que quería realizar es una especie de estudio morfológico de los rostros, conectando tanto a los aborígenes que poblaban las islas antes de la conquista junto a los que emigraron de la península tras la misma, y como la unión de ambos dio lugar a los rostros que hoy en día se observan en el pueblo canario.