09 mar 2010
Una pintura de Salvador Dalí, 'El rec de la Jorneta', enriquece los fondos de TEA Tenerife Espacio de las Artes
TEA Tenerife Espacio de las Artes acaba de recibir en depósito 'El rec de la Jorneta' ('El barranco de la Jorneta'), de Salvador Dalí. El coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, y el director artístico de TEA Tenerife Espacio de las Artes, Javier González de Durana, presentaron este martes [día 9] a los medios de comunicación esta pintura que se halla en perfecto estado de conservación. La pintura del genio catalán está fechada en 1923 y es propiedad de una familia canaria, quien la ha cedido a este centro del Cabildo de Tenerife durante un periodo de cinco años prorrogables. Gracias a la generosidad mostrada por esta familia, la pieza que el de Figueras realizó cuando apenas tenía 19 años pasará a formar parte de la colección de TEA Tenerife Espacio de las Artes.
Cristóbal de la Rosa destacó la novedad y la importancia que supone para un centro de arte de las Islas el tener en su colección una pintura de Dalí. Además, con la incorporación de esta espléndida pieza de juventud queda cubierta la ausencia de obras de Dalí en la Colección de TEA Tenerife Espacio de las Artes. Durante la presentación, De la Rosa quiso agradecer públicamente "el esfuerzo y la confianza depositada por la familia tinerfeña que ha cedido esta pintura".
Javier González de Durana, quien explicó a los presentes los pormenores de El rec de la Jorneta, destacó que "es una de las pinturas más grandes que Dalí realizó durante ese periodo" y matizó que se convertirá en una de las piezas angulares de la Colección de TEA Tenerife Espacio de las Artes a la hora de elaborar nuevos discursos expositivos. De hecho, el director artístico de este centro de arte contemporáneo adelantó que la obra se mostrará al público a mediados de junio con motivo de la exposición La Colección 3.
El rec de la Jorneta (óleo sobre lienzo, de 125 cm. por 100 cm.) muestra un paisaje arcádico (muy semejante al de ciertas zonas de Tenerife) y en ese escenario, Dalí creó una escena de baño idealizada. Se trata de una pieza que dialogará muy bien con obras de óscar Domínguez (1906-1957), pero sobre todo con las de José Jorge Oramas (1911-1935), ya que el tipo de paisajes que éste pintaba se asemejan bastante al de Dalí, en la medida que son exaltaciones gozosas de la naturaleza.
El rec de la Jorneta fue realizada durante el periodo de tiempo en el que Dalí estuvo en la Residencia de Estudiantes, en Madrid, un periodo de tiempo que va desde 1922 hasta 1927 y durante el cual entró en contacto con artistas de la talla de Luis Buñuel, Federico García Lorca, Pepín Bello y otros. La pintura formó parte de la exposición que el Centre Georges Pompidou realizó entre los años 1979-1980 sobre Dalí, que curiosamente es la muestra que ostenta el récord de visitas de este centro de arte parisino hasta la fecha, al recibir una media de 8.083 visitas diarias. Además de ello, esta pintura también pudo verse en Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, en el año 1994 dentro de la exposición titulada Dalí joven, 1918-1930.
Pintar al amparo del hogar
A pesar de estar viviendo en Madrid en 1923, Dalí ejecutó esta pintura durante el verano de aquel año en Cataluña pues aprovechaba las estaciones estivales para regresar a la casa de sus padres, en Figueras. De hecho, la escena representada en la pintura recoge una situación de fuerte calor que empuja a unas mujeres a bañarse desnudas en una alberca al pie del barranco.
El escenario principal es el de un valle cerrado con terrazas escalonadas a sus lados que desciende desde las alturas montañosas. El centro del cuadro está ocupado por una arboleda de ramas fuertemente agitadas por el viento. A media ladera se observan unas casas de traza cubista. Las mujeres alrededor de la alberca son de inspiración sunyeriana, clasicista, en conexión con el espíritu noucentista que se vivía en Cataluña en estos momentos.
Resulta curiosa la doble y antagónica situación que vivió Dalí durante estos años, pues cuando trabajaba en Madrid se movía en ambientes vanguardistas, concretamente los ultraístas promovidos por Ramón Gómez de la Serna desde el Café Pombo, y tocó diversos modos de expresión pictórica netamente conectados con la experimentación y nuevos modos de ver. Sin embargo, cuando el joven pintor regresaba a su Figueras natal, recuperaba un gusto por la composición ordenada, el dibujo limpio y los temas tradicionales, como el paisaje, el bodegón o los retratos. Precisamente de estos años datan los retratos a su hermana Ana María, en los que casi siempre aparecía de espaldas. No es un Dalí aun surrealista, sino un Dalí que buscaba con ansiedad su propio terreno y que terminaría encontrando a partir de 1927 en el campo del surrealismo.
Un genio entre los genios
Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) está considerado uno de los máximos representantes del surrealismo y el único artista de este movimiento que magnificó la gloria personal, el oro, la monarquía y Dios. Conocido por mostrar al mundo sus imágenes delirantes y chocantes en muchos casos: como relojes blandos o personajes cuyos párpados se sostienen con muletas, Dalí creó su primer cuadro cuando tan solo contaba con 6 años. Desde entonces, su vida estaría ligada para siempre al arte. Pero los recursos dalinianos, atados al mundo onírico, no se quedaron sólo en los lienzos sino que también abordaron el cine, la escultura y la fotografía, lo que le condujo a diversas colaboraciones con otros artistas (como fue el caso de Buñuel con quien dio vida a Un perro andaluz y el de Hitchcock a quien ayudó en Recuerda a mostrar el mundo del subconsciente).
Personaje extremadamente imaginativo, Salvador Dalí manifestó a lo largo de su vida una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía y supo forjar un estilo marcadamente personal y reconocible. Dalí es el genio que regaló a la historia obras maestras como La persistencia de la memoria (1931), El gran masturbador (1929), el Retrato de Buñuel (1924), Los placeres iluminados (1929), Gala en la ventana (1933), Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944), Los elefantes (1948) o el Cristo de San Juan de la Cruz (1951), entre muchas otras.
Dalí al que se canta, al que se sueña y al que se admira en los mejores museos del mundo se ha quedado en la retina de muchos como ese gran talento del pincel que paseó sus últimos años de vida semioculto detrás de bigote que imitaba al del célebre Velázquez. Dalí, el hombre que llegó a decir que él era "el surrealismo" y que paradójicamente fue expulsado del grupo de los surrealistas, también vivirá a partir de ahora en TEA Tenerife Espacio de las Artes.
