Menú
Menú
Cerrar

04 abr 2013

Un largometraje sobre la artista Marina Abramovic

TEA Tenerife Espacio de las Artes ha programado para este fin de semana la película 'Marina Abramovic: The Artist is Present', un trabajo documental de Matthew Akers que lo hizo coincidir con el momento en el que la artista serbia se preparaba para la retrospectiva de su obra que le dedicó en 2010 el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). Este largometraje, que se proyectará en versión original en inglés con subtítulos en castellano, se podrá ver del 5 al 7 de abril en dos pases diarios, que comienzan a las 19,00 y 21,30 horas.

Matthew Akers ha realizado un trabajo, de 99 minutos de duración, en el que pretende analizar el trabajo de Marina Abramovic, una figura fundamental del arte de la performance de las últimas cuatro décadas. Este documental nos muestra la paciencia de los asistentes al MOMA que estuvieron durante horas delante de la artista, muchos de ellos incluso después de haber estado esperando fuera toda la noche. La representación es muy sencilla: dos sillas una frente a la otra, con Marina sentada en una de ellas y los espectadores sentándose en la otra a turnos, mirándose a los ojos en silencio. Marina se sentaba siete horas y media cada día, durante tres meses, sin comer ni beber ni moverse de su sitio. Toda una hazaña de resistencia física y mental que se convierte en un reto para una veterana en este tipo de performances. Se calcula que unas 750.000 personas vieron el show.

Continuar leyendo...

regresar al listado de noticias
imagen

El cineasta novel Matthew Akers ha conseguido que Marina Abramovic: The Artist is Present no sea la típica película sobre arte, sino que se convierte en un viaje cinematográfico hacia el interior del mundo de la performance, en su versión más radical, y un retrato íntimo sobre una mujer asombrosamente magnética y eternamente intrigante que no distingue entre vida y arte. Conocida por sus performances un tanto extremas, muchas de ellas con desnudos y castigos corporales, Abramovic confiesa que es una de las pocas artistas de su generación que continúan trabajando en el mismo campo. También es un icono del mundo del arte muy glamuroso, un mito de su propia creación y un foco de controversia. Pero tras cuarenta años de enfrentarse al escepticismo sobre los méritos de su trabajo, dice estar cansada de la etiqueta de alternativa. "No quiero seguir siendo alternativa", apunta la artista serbia.

Basada en las entrevistas con Abramovic, con sus colaboradores y una amplia variedad de amigos y fans, el documental que proyecta TEA Tenerife Espacio de las Artes se mueve entre imágenes de archivo de los primeros trabajos de Marina Abramovic mezcladas con imágenes de su vida personal y profesional comenzando en el momento en que llega al MOMA. Al recuperar sus comienzos en los años 70, la película incluye imágenes del momento en el que estuvo conduciendo una furgoneta por una plaza pública gritando números a través de un megáfono, de cuando tomó drogas psicoactivas para cambiar las actitudes sociales hacia las enfermedades mentales femeninas e incluso de momentos en los que se mutila o flagela.

imagen

Quizás la escena más conmovedora tiene lugar cuando Ulay -su compañero dentro y fuera de la profesión- se sienta delante de Marina. Los dos compartieron una historia emocionalmente muy intensa durante más de doce años, viviendo en una caravana en Europa y trabajando juntos, hasta que su relación terminó de manera dramática: cada uno de ellos andaba por un extremo de la Gran Muralla China, se encontraron en la mitad del camino tras haber recorrido unas 1500 millas cada uno y se dijeron adiós. Sentados uno frente al otro en el MOMA no pudieron retener las lágrimas. Como excepción, y ante los gritos de los espectadores, corrieron a abrazarse. Se trata de un momento muy bonito y conmovedor. De la historia de su relación y de la intensa reconexión en el MOMA surge otra Marina: una mujer llevada por la pasión, desesperada por la admiración y llena de contradicciones.

imagen