04 abr 2011
Rocío Arévalo inaugura con 'El espacio que ocupa' la tercera temporada de Área 60
TEA Tenerife Espacio de las Artes presentó hoy [lunes 4] en Área 60 -el espacio destinado a fomentar y a promocionar la creación artística actual y que aspira a ser plataforma de jóvenes creadores- la exposición 'El espacio que ocupa', de Rocío Arévalo. Esta instalación, que es según la propia artista un "registro antropológico de espacios y de maneras de estar de las personas", es la primera muestra de las seis que se presentarán en este espacio expositivo bajo el comisariado de Ángeles Alemán y que girarán sobre el cuerpo y sobre las huellas que la vida, el tiempo o la historia dejan en él.
El coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, presentó esta propuesta que trae por primera vez a la Isla la obra y las ideas de Rocío Arévalo y que ofrece una reflexión sobre las medidas y sobre los moldes creados por la sociedad. Acompañado del director artístico de TEA Tenerife Espacio de las Artes, Javier González de Durana; de la nueva comisaria de Área 60, Ángeles Alemán; y de la propia artista, Rocío Arévalo; Cristóbal de la Rosa felicitó a la artista por esta instalación, integrada por una serie de veinte vídeos, por una proyección en gran formato y por tres objetos. El espacio que ocupa puede visitarse de forma gratuita en este centro de arte del Cabildo de Tenerife hasta el 22 de mayo, de martes a domingo de 10,00 a 20,00 horas.
Tras las palabras de bienvenida de Cristóbal de la Rosa hacia la actual comisaria de Área 60, Ángeles Alemán -quien de aquí a marzo de 2012 descubrirá en TEA Tenerife Espacio de las Artes los trabajos de Raquel Ponce, Monique Hoffman, Davinia Jiménez, Pérez y Joel y Mónica Sardiña- intervino Javier González de Durana quien explicó que la creación de Rocío Arévalo plantea una reflexión sobre el ser humano como medida de todas las cosas y sobre su confrontación con el exterior.
Por su parte, Ángeles Alemán señaló que Área 60 es "un proyecto muy estimulante" donde presentará una serie de muestras cuyo leitmotiv serán las diferentes huellas que el cuerpo ha dejado en el arte contemporáneo. Respecto a El espacio que ocupa, su comisaria valoró que en este proyecto la artista haya apostado por una obra crítica y llena de ironía para hablar sobre los moldes imposibles que ha creado esta sociedad. "El arte como el espacio de reflexión ante la vorágine de un mundo devorado por la irreal belleza de un canon imposible", señaló Alemán.
Rocío Arévalo (Santiago de Chile, 1974), que en esta instalación se descubre a sí misma y a sus amigos y familiares midiéndose de una manera especial, aclara que "el proyecto no habla de las medidas del cuerpo sino del espacio que ocupa este cuerpo". En este sentido, señala que "los medidores son una metáfora del hecho en sí, ya que las medidas reales del cuerpo son las que toman las costureras, los sastres o los médicos". Así, a través de las mediciones que aparecen en sus vídeos y en las que paradójicamente no existen los números y en las que no se buscan las llamadas medidas perfectas, sus personajes revelan parte de su personalidad y de su forma de ser mientras juegan a envolverse y desenvolverse en cintas métricas.
Esta creación -en la que Arévalo lleva trabajando desde el pasado año- es un registro de diversos espacios corporales a la vez que se convierte en una colección de espacios físicos, ya que cada uno de los protagonistas de los vídeos ha escogido el lugar-escenario en el que deseaba hacerse estas mediciones. Además de ello, en estas grabaciones (que tienen distintas duraciones conforme al ritmo de cada personaje retratado) se destaca la idea del cuerpo como contenedor de almas. Y es que la artista subraya que no hay que olvidar que los cuerpos no son sino una especie de cáscara bajo la cual está la verdadera persona. En la sala se presentan también los medidores que se usaron para las obras y que ahora, teñidos de blanco, se han transformado en objetos artísticos donde las medidas han dejado de importar.
Rocío Arévalo (Santiago de Chile, 1974), que desde hace diez años investiga en los roles por donde el cuerpo ocupa un eje motor protagonista dentro la sociedad, reside en Las Palmas de Gran Canarias desde 1984. Allí estudió en su Escuela de Artes y Oficios Artísticos para, posteriormente, licenciarse en Bellas Artes en la Universidad de La Laguna. Ha participado en diversas muestras, tanto colectivas como individuales. Carne. Las tres gracias. Servicio ambulante (Galería Saro León, de Las Palmas de Gran Canaria, 2010), La aportación de Miguel Martín-Fernández de la Torre (Club de Prensa Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2007) y Paisaje fragmentado (Sala de exposiciones del Ayuntamiento de Mogán, Arguineguín, 2205) son las exposiciones individuales que ha realizado hasta la fecha.
De entre sus colectivas, cabe destacar Prótesis y mutaciones (Casa de los Coroneles, Fuerteventura, 2009) y Pintores pensionados del Palacio de Quintanar (Segovia, 2003). Además de ello, Rocío Arévalo realizó una intervención en el espacio público San Potito de Sannitíco (Nápoles, 2009) e intervino en la VIII Bienal de Dakar con Representaciones en el año 2008. Actualmente trabaja en una nueva serie titulada Mar de cuerpos.