27 mar 2023
El Videoclub de TEA estrena el ciclo ‘Entre luces y sombras. El carácter experimental del cine negro’
El nuevo programa está compuesto por ‘El beso del asesino’, de Stanley Kubrick, y ‘Sed de mal’, de Orson Welles.
TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro que depende del Área de Cultura del Cabildo, que gestiona el consejero Enrique Arriaga, proyecta en El Videoclub -programa de TEA que propone una reflexión sobre el sentido de la imagen y el lenguaje cinematográfico- un nuevo ciclo titulado Entre luces y sombras. El carácter experimental del cine negro, compuesto por dos célebres obras del cine de posguerra estadounidense: El beso del asesino (1955), de Stanley Kubrick, y Sed de mal (1958), de Orson Welles. Estas dos películas, que se pasan en bucle desde mañana [martes 28] hasta el 30 de abril, sirven como modelos para conocer el lenguaje visual único que aportó el cine negro estadounidense, un hito para la historia cinematográfica que sería referencial para movimientos posteriores como la Nouvelle Vague. Entrada libre. Amanda Rufino Ortega, graduada en Historia del Arte, comisaría este nuevo ciclo.
Stanley Kubrick y Orson Welles construyen un complejo y oscuro universo caracterizado por la fotografía de alto contraste. Estos marcados claroscuros trazan la dualidad de los personajes no maniqueos que se desenvuelven en entornos de criminalidad en los que la moralidad desaparece. En este sentido, la ciudad juega un papel co-protagonista, siendo el escenario nocturno en donde los límites éticos se difuminan e impera la violencia. Con esta puesta en escena lo que pretenden los cineastas es retratar de forma crítica la sociedad estadounidense de posguerra que había sufrido una importante pérdida de valores.
En El beso del asesino, la segunda película de Kubrick, la experimentación es su eje central. La cinta destaca por su brillante montaje cargado de elementos del más puro film noir: flashbacks y voces en off, fundidos encadenados que conectan a los personajes a medida que se desenlaza el conflicto entre ellos, secuencias oníricas en negativo… Todos estos recursos sirven para crear una atmósfera de confusión e intriga, a la vez que progresivamente permite ir descubriendo las caras ocultas de sus protagonistas. Protagonizada por Frank Silvera, Jamie Smith e Irene Kane, el filme se centra en Davey, un boxeador en decadencia que se mete en graves problemas cuando decide defender a Gloria, su vecina, una bailarina. El problema será que su enfrentamiento es con un jefe mafioso de Nueva York.
Sed de mal está reconocida como la película que marcó el broche final del cine negro clásico y, de la igual manera que la obra de Kubrick, este filme es un ejemplo de que la experimentación técnica se superpone a la narrativa. Welles crea sofisticadas composiciones en las que todos los elementos trabajan para crear una simbología visual concreta, marcada por el juego de luces y sombras. La película descubre una compleja historia de poder y corrupción con un reparto liderado por Charlton Heston, Janet Leigh, Marlene Dietrich y el propio Welles. Un agente de la policía de narcóticos llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración del jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos.