03 dic 2024
El archivo fotográfico de Francisco Lora revela en San Andrés una parte de la historia de la ciudad
Una exposición, abierta hasta este sábado (día 7) en el Centro Cultural Recreativo Valle Salazar, reúne una gran selección de sus trabajos
TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife, presentó en San Andrés el libro Francisco Lora. Fotografías de San Andrés e inauguró en el Centro Cultural Recreativo Valle Salazar de este barrio capitalino una exposición homónima que reúne una selección de las fotografías de Francisco Lora (Cádiz, 1921-Santa Cruz de Tenerife, 2009). A través de sus imágenes el visitante puede revivir y conocer una parte de la historia de Santa Cruz de Tenerife, especialmente la del barrio de San Andrés entre los años setenta y ochenta. El consejero de Cultura y Museos de Tenerife, José Carlos Acha; el director artístico de TEA, Sergio Rubira; la concejala-presidenta del Tagoror del Distrito Anaga, Gladys de León; y los autores del libro sobre Lora, Mabel Martín y Abraham Riverón, asistieron al acto inaugural de esta muestra, que está abierta al público hasta este sábado (día 7) en horario de lunes a viernes de 17:00 a 20:00 horas y los sábados de 11:00 a 17:00 horas.
Acha destacó que gracias las fotografías de Lora -fotógrafo aficionado que, con mirada autodidacta, documentó escenas de la vida cotidiana en San Andrés, su parroquia, el carnaval, y el fútbol, además de capturar paisajes urbanos de Santa Cruz de Tenerife- se mantiene viva una parte de la historia de esta ciudad. Y es que en sus trabajos en blanco y negro muestra retratos de vida, tanto de la calle como de escenas domésticas, en las que muchos podrán reconocerse. En este sentido recuerda que el Archivo Francisco Lora, compuesto por más de 15.000 negativos de 35 mm, la mayoría en blanco y negro, fue donado a su muerte al Centro de Fotografía Isla de Tenerife.
“La obra de Lora va más allá de simples fotografías. Es un documento histórico que refleja la transformación de un barrio y, por extensión, de toda una ciudad. Sus imágenes son un testimonio de la evolución urbana, de los cambios en los hábitos y costumbres de la sociedad tinerfeña. Al mismo tiempo, constituyen un valioso archivo visual que permite a las nuevas generaciones conocer y apreciar su pasado”, señaló Acha.
Por su parte Sergio Rubira, director artístico de TEA, indicó que “este proyecto de mediación es un ejemplo de cómo el museo debe trabajar y formar parte de una comunidad”. “El trabajo de Lora se erige como herramienta reflexiva y visibilizadora del paso del tiempo, y de la ausencia y la presencia, de lugares, cosas y gentes, pero, sobre todo, de formas de ser y hacer”, subrayó Mabel Martín quien no dudó en afirmar que la “relación de Lora con la fotografía parece tan poética como pragmática”.
“Las capturas de Paco Lora muestran su necesidad y capacidad de diálogo con y en un entorno y sus formas de habitarlo”, agregó. Riverón subrayó que “su archivo se nos muestra vivo y nos permite conocer y profundizar en cada elemento fotografiado por el autor”. “Las fotografías de Francisco Lora ponen el foco en los relatos cotidianos que suceden en los márgenes de la historia”, concluyó el autor.
El archivo reúne fotografías principalmente de la capital tinerfeña y en especial del barrio pesquero de San Andrés, de sus calles, sus vecinos, sus fiestas, sus tradiciones y costumbres… un valioso material que relata por medio de imágenes la vida de este barrio marinero durante los años 70 y 80 del siglo XX. Lora, que se ganaba la vida como reparador de electrodomésticos (oficio que ejercía tanto en Tenerife como en Gran Canaria), fue fiel testigo del carnaval chicharrero (mantuvo una estrecha relación con estas fiestas, en especial con Los Fregolinos, a quienes fotografió en numerosas ocasiones), del fútbol (que plasmó a través de retratos de los miembros del equipo de San Andrés e instantáneas de sus partidos) y de las calles más céntricas de la capital tinerfeña.
