11 jul 2019
'La isla desnuda' y 'Corta'
TEA Tenerife Espacio de las Artes proyecta el jueves [día 11], a las 19:00 horas, dentro del ciclo de cine Gonzalo González: desplazamientos, aperturas, miradas desde el cine, las películas La isla desnuda (Japón, 1960), de Kaneto Shindo, y Corta (Colombia, 2012), de Felipe Guerrero. Este ciclo -diseñado y coordinado por el profesor titular de Estudios Hispánicos y Estudios Visuales de la Universidad de Durham, Francisco-J. Hernández Adrián- ofrece un recorrido de provocaciones y preguntas que invitan a dialogar con la exposición Estar aquí es todo. Entrada libre. Además esta proyección se podrá ver de manera simultanea en El Videoclub de TEA (por lo que la programación de El Videoclub se verá interrupida con motivo de la celebración de este evento desde las 18:30 horas)
desplazamientos / aperturas / límites / miradas / espacios
La isla desnuda, del director japonés Kaneto Shindo, se desarrolla al este de Japón, en la zona que posee el paisaje más bello del país. En un pequeño islote vive una familia: los padres y sus dos hijos. Llevan una vida sencilla y austera debido a la escasez de agua y víveres. A pesar de ello son felices. Pero, un día, la desgracia llega a la isla y afecta duramente a la familia, que luchará silenciosa y resignadamente contra los elementos de la naturaleza. Un drama sin diálogos, en el que la imagen adopta el papel de narrador absoluto.
En este filme -detalla Hernández Adrián- se amplía la interrogación sobre los elementos situando en una isla minúscula una fábula o parábola de los arduos trabajos, supervivencia y fragilidad de una comunidad vulnerable. Aquí todo aparece en una escala muy reducida. La idea de la vida laboriosa sobre el duro terreno, en un mundo arcaico y casi completamente desprovisto de prótesis tecnológicas, se nos presenta como una alegoría del mundo moderno en un extremo archipielágico e insular de Asia separado o excluido del archipiélago global.
Según explica el periodista, crítico y profesor colombiano Pedro Adrián Zuluaga el 6 de septiembre de 2012 en Pajarera del medio (https://pajareradelmedio.blogspot.com/2012/09/corta-de-felipe-guerrero-nosotros-la.html) "Corta es al mismo tiempo una película sobre el trabajo, el cuerpo y sobre la propia materialidad del cine. Lo más evidente y expuesto en el film son los cuerpos de los corteros de caña de azúcar del Valle del Cauca, y el esfuerzo que emplean en sus faenas diarias".
El ciclo Gonzalo González: desplazamientos, aperturas, miradas desde el cine proseguirá el miércoles 17 de julio con El espejo (Unión Soviética, 1975), de Andrei Tarkovski; El Laberinto (Francia, 2018), de Laura Huertas Millán, y Atrato (Francia, 2014), de Marcos Ávila Forero; y se clausurará el jueves 25 de julo con Limite (Brasil, 1931), de Mário Peixoto, y Come to Venice (Italia, 2013), de Benedetta Panisson.
desplazamientos / aperturas / límites / miradas / espacios
Las miradas del artista y del director de cine se construyen desplazando y viajando, y nos invitan también a desplazarnos, detenernos y reconocer el lugar familiar, nuevo o remoto. Este ciclo de largometrajes y cortos ofrece un recorrido de provocaciones y preguntas en torno a las nociones de desplazamiento, apertura, límite, mirada y espacio que invitan a dialogar con la exposición dedicada a Gonzalo González, Estar aquí es todo, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, entre el 20 de junio y el 20 de octubre de 2019.
La idea de la apertura, fundamental en la fotografía y en el cine, aparece por todas partes en la obra de Gonzalo González como una larga y variada interrogación: ¿cómo miramos y qué buscamos encontrar cuando nos acercamos sensorialmente al mundo y a la vida íntima de los objetos? ¿Cómo se abre o cierra el campo de nuestra percepción de estar aquí cuando vemos y sentimos a través del arte? La obra de Gonzalo González nos plantea estas preguntas para que participemos en una conversación libre y experimental con otras formas artísticas, otras maneras de mirar y otras tecnologías de la imagen.
En este ciclo se establecen relatos de continuidad y discontinuidad que se hilan en torno a una trama mínima: un bastidor donde se cruzan los ecos de la memoria de Gonzalo González, que en los años 70 y 80 investigaba con el cine (el gran cine de autor de la pantalla grande, con frecuencia en blanco y negro) algunos de los conceptos que atravesarían amplias zonas de su obra hasta quedar reflejados en Estar aquí es todo. La mirada, el desplazamiento, los espacios y territorios del mundo, la apertura, el límite, el corte o la intervención del corte sobre la imagen siempre inestable de diversas tradiciones artísticas entran en juego en los contextos audiovisuales que propone este ciclo.
En dos películas que marcaron particularmente a Gonzalo González – Ordet (La Palabra) (1955) de Carl Theodor Dreyer y El espejo (1975) de Andrei Tarkovski – el estilo (herramienta punzante) consiste en una práctica de escisión y construcción de enclaves materiales y espacios sonoros que desplazan, reduciéndolos o amplificándolos, la mirada, el repertorio de las experiencias sensoriales, la escucha y la voz del artista-director que trabaja y sueña haciendo arte, como en un desvelo cargado de visiones. Los demás largometrajes y cortometrajes de este ciclo representan un compendio o un atlas audivisual de relaciones y complicidades afectivas, acuáticas y litorales que resuenan con diferentes aspectos de la obra de Gonzalo González.
Estas películas incitan al viaje y a la meditación sobre las relaciones entre espacios, comunidades y memorias que se sitúan de manera precaria a través de diferentes espaciotiempos, medioambientes y atmósferas sensoriales. La inmersión en experiencias sensoriales afectivamente distantes responde en parte al profundo interés de Gonzalo González por las prácticas artísticas de Asia. Dos películas del ciclo transcurrent en una isla minúscula y en una playa de surferos en Japón. Otras proyecciones nos desplazan a parajes fluviales de la costa del Pacífico y el interior sudamericanos. Y a contextos cercanos e inquietantes, como el de la batalla contra los excesos del turismo y los intereses corporativos en Venecia. A través de sus diferentes escalas y velocidades, géneros y atmósferas, todas estas películas nos permiten avanzar hacia la orilla en constante y reflexiva transformación de la obra de Gonzalo González: “estar aquí es todo”.
La isla desnuda, Kaneto Shindo, Japón, 1960 (96 mins)
Corta, Felipe Guerrero, Colombia, 2012 (69 mins)
La isla desnuda, del director japonés Kaneto Shindo, amplía la interrogación sobre los elementos situando en una isla minúscula una fábula o parábola de los arduos trabajos, supervivencia y fragilidad de una comunidad vulnerable. Aquí todo aparece en una escala muy reducida. La idea de la vida laboriosa sobre el duro terreno, en un mundo arcaico y casi completamente desprovisto de prótesis tecnológicas, se nos presenta como una alegoría del mundo moderno en un extremo archipielágico e insular de Asia separado o excluido del archipiélago global.
Corta, una obra audiovisual del director y editor de cine colombiano Felipe Guerrero, nos exige elaborar el relato, imaginar los personajes y calcular las implicaciones de la trama. Hay fuerzas de fondo que construyen el panorama de la destrucción, la producción de la obra de arte y la supervivencia colectiva e individual en torno a la figura del cañaveral. Las nociones de esfuerzo muscular y mental, extracción y consumo conectan especularmente (como entre dos escenas paralelas pero también consecutivas) las relaciones entre arte y mercado, espectador y mercancía.
[Texto de Francisco-J. Hernández Adrián, Durham University]
INFORMACIÓN Y HORARIO:
Salón de Actos (Planta 2) consulta el mapa
11 jul 2019. 19:00
Tlf: 922 849 090 (De martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas)
Entrada: Libre