Notas

Sobre su película, el director, Antony Cordier, afirma en el Pressbook de la cinta facilitado por la distribuidora: El amor entre adultos: de eso trata la película. ¿Qué hacer con los sentimientos de amor? ¿Qué hacer con la pasión? Cuando uno es adolescente puede utilizar el amor para liberarse. ¿Pero cuando uno es adolescente? Así que puedes llamarlo búsqueda imposible, pero yo lo llamo utopía..."Happy Few" (título original) es una expresión que se refiere a un pequeño grupo de gente privilegiada. Son los "amigos favoritos. En un momento dado, los cuatro viven de manera completamente autosuficiente. Pero es como si nunca estuviesen los unos sin los otros. En "Happy Few", existe esa noción de que la gente da lo mejor de sí misma cuando se enamora. Intentan ser nobles. Pero no forman para nada parte de la élite noble; desde este punto de vista, es un título irónico.Durante el rodaje, pensamos que era necesario que en la película hubiera cierta aspiración a la vitalidad, como en las novelas de Stendhal, que es quien acuñó el término "Happy Few"...La película retrata a dos parejas que exploran - aparentemente sin pensarlo mucho - el intercambio de parejas...Los personajes de "Four Lovers" no son seres especialmente depravados; han llegado a un punto de sus vidas donde no les apetece gastar demasiada energía en mentirse a sí mismos. Ponen a prueba hasta dónde pueden llegar siendo verdaderos...Digamos que me interesa más el tema del intercambio que el intercambio de parejas. Por supuesto que les encanta esta nueva sexualidad, pero hay un impulso que les lleva hacia un intercambio más general de identidades y de funciones. A Teri nunca le molesta, desde el principio. "Cogemos la ropa, los libros, los unos de los otros..." Intercambian su parafernalia antes de intercambiar sus parejas...Lo violento y desconcertante para ellos es descubrir que son intercambiables. "¿Y si nos hubiésemos conocido cuando teníamos 20 años?" La vida habría sido completamente distinta. Están en un momento en el que todo es posible, cuando lo normal sería el haber pasado ya esa edad en la que todo es posible. Tras rodar un triángulo amoroso en mi anterior película, ahora abordo el cuarteto erótico...De todas maneras, en una pareja nunca hay sólo dos personas. Siempre hay una tercera o una cuarta: un niño, un animal doméstico, un analista, un ex... A decir verdad, puedo hacer docenas de películas sobre ese tipo de amor. Doillon o Blier han hecho películas sobre relaciones amorosas entre 3 ó 4 personas. Supongo que es un género de cine francés que es el heredero de la literatura del libertinaje. Y la verdad es que me encanta el cine francés...A la hora de filmar cuerpos desnudos todo se acuerda durante el casting. Los actores tienen que desearlo. Tienen que decirse "quizá pueda ir tan lejos", si no, no funciona. Forzar a un actor a salir desnudo delante de una cámara está fuera de cuestión. Mi cinefilia se desarrolló durante los años 80 cuando la desnudez era algo común - en las películas de Doillon, o Ferreri, o las películas holandesas de Verhoeven. Me interesa la desnudez, dentro del marco de la intimidad, pero también como espectáculo. Y no tengo que poner excusas, tipo "aporta tanto a la historia", como a veces se oye.Durante el rodaje, lo planteas como cualquier otra escena, pero a la hora de la verdad no puedes evitar abordarlo de manera diferente: se ensaya en un set cerrado, se habla más bajito. E intentas rodar con tomas más largas. No puedes descuartizar una escena de amor; sería imposible para los actores...La sexualidad es un campo en el que se puede dejar al margen el lado moral, donde se puede jugar a ser otro...

Críticas

"De 'Jules y Jim' a 'La mamá y la puta', el cine francés, ha explorado las imágenes del amor a tres o cuatro bandas. También lo hace Antony Cordier en esta producción cuya mejor baza radica, precisamente, en su delicado y armonioso tratamiento del cuerpo, en su deseo de piel. La fascinación de Cordier por la epidermis es admirable, hedonística, en ocasiones lo suficientemente placentera para el ojo como para comprender el porqué de un filme así" (Sensacine)

"La promiscuidad nos volverá locos. Nos dejará nuestros genitales magullados y bien entrenados pero rojizos, cansados, saqueados. Al menos visto lo visto en 4 Lovers. A Antony Cordier le va la marcha. De eso no hay duda: tras su debut con aquel trío (sexual y sentimental) de adolescentes semi-marginales que fue Duchas frías, regresa con 4 Lovers, un ejercicio de amor a cuatro bandas en donde la conformación de la relación moderna adopta los postulados del concepto swinger a dos parejas de la París media. Allí se dan cita los coqueteos, confusiones, confesiones, re-adaptaciones de las relaciones sexuales, dotación de la confianza a nuevos terrenos relaciones y, claro, los conflictos, envidias, celos y lucha por integración social, desde una perspectiva silenciosa y micro-mundista, creando una suerte de universo paralelo en el que (casi) todos follan con (casi) todos y en donde el conflicto sentimental se funden y confunden con el utópico idealismo romántico de la liberación sexual hippie de los '60 aplicadas a modelos de parejas contemporáneas que se plantean y cuestionan el amor para toda la vida y, supuestamente, buscan armas y soluciones (peligrosas) para su resistencia. 4 Lovers es sencilla pero complicada: la chica de una pareja y el chico de la otra se conocen a través de su trabajo, se hacen colegas, tienen ganas de follarse, coquetean, se echan un casquete en secreto, presentan a sendas parejas y estas, a la vez, comienzan el mismo círculo: tienen ganas de follarse, se hacen colegas, coquetean, etc. La idea es bastante directa: de un modo bastante rocambolesco y cuestionable desde un punto realista (por muy modernos, liberales y abiertos sexuales que seamos hoy en día) las confesiones inter-relacionales se convierten en mandamiento. A través de estas confesiones y de un acuerdo tácito con ciertas normativas, las parejas acaban intercambiándose para el acto sexual, primero, y relacional después, mientras se mantiene la supuesta base, cada vez más virtual, de las parejas originales de cara a la galería, familia e hijos. El conflicto real (ya) comienza con los celos, comparaciones, nuevas costumbres y un ritmo de vida tan promiscuo pero normativamente cerrado que acaba convirtiendo el vicio a cuatro bandas en rutina. Una rutina aun no aceptada por el vulgo general y difícil de explicar a tu hija de diez años cuando se encuentra con un diario repleto de confesiones adolescentes en parejas de treinta-y-pico. Ahí es donde Cordier registra un tono menos creíble, aun convirtiendo el resto de la cinta en una especie de evolución del cine de los tríos a una de las pocas gemas swingers del cine contemporáneo, pero teniendo elementos de sexo ¿real? al mejor estilo 9 Songs (aunque menos indie): en la aceptación social o no del hecho consumado en sí con el que llevan acostumbrándose meses. Se supone que el mismo arrebato inicial que los llevó a cruzarse entre sí manteniendo su base romántica anterior debería afianzarse con el tiempo, y no resquebrajarse con preguntas infantiles o cuestionamientos sociales. Aun así, las dotaciones expresivas y torrentes interpretativos centrados en una impresionante Marina Foïs que lleva el timing y el drama de los cuatro (aunque todos ellos están muy bien: desde todas las lecturas que se pueden recoger del "están muy bien") conectan con la entrega física y psicológica del reparto de los cuatro actores, pasando por encima incluso de películas como Los amores imaginarios o los Soñadores de Bertolucci, convirtiendo el film en una suerte de idealismo del promiscuo que, aun hoy, no ha encontrado un modelo audiovisual ni historiográfico que se salde con una resolución feliz y positiva para su militancia. Cordier, aun erigiéndose como un auténtica analista emocional de las relaciones modernas, tampoco. Veremos si su próximo film va sobre un quinteto" (notodo.com)

"Un intercambio de parejas natural como la vdia misma: ¡ATENCIÓN! Película trampa para críticos y amigos del cine fórum y del debate ilustrado a la salida de una sala. Cualquier comentario sobre la verosimilitud de esta historia puede delatar el grado de conocimiento práctico del diletante desprevenido sobre el meollo que pretende retratar la película. Tengan cuidado ahí fuera. Nada que decir, pues, sobre el mecanismo interno y la viabilidad real del aburguesado intercambio de parejas que practican los cuatro protagonistas del filme, si bien hacía tiempo que un título (es curioso, se usa el título inglés, adaptación del originalHappy Few, expresión inglesa muy común en lengua francesa) no resumía con tanto tino una trama. La eterna pulsión entre el sexo y el amor, mezclados con la amistad y ese aburrimiento tan irrespirable que a veces logra el cine francés, forman parte de una propuesta aparentemente elitista cuya mayor virtud es la de hacerse cercana, sin excesos ni sensación de déja vu." (Carlos Marañón, Cinemanía)

Premios y festivales

Festival Internacional de Cine de Venecia: Sección oficial