El pintor Pedro Flores en su estudio de París
WESTERDAHL, Eduardo
ca. 1956
Técnica: Gelatina a las sales de plata
Medidas: 17 x 12,5 cm
Número de registro: TEA2018-001.61
“Las fotografías de Eduardo Westerdahl [...] se pueden asociar a la Nueva Objetividad o al Surrealismo. En realidad, jugó con todos los recursos estéticos de la nueva fotografía: el fotomontaje, el fotocollage, la seriación de fotografía, los descentramientos del eje de simetría, los picados, los contrapicados, magnificaciones y puntos de vista insólitos. Utilizó un lenguaje moderno y abierto en la realización de sus fotografías, siendo éstos dos grandes rasgos que definían su personalidad.
Su pasión por el retrato lo llevó a iniciar durante esta época una serie de los artistas e intelectuales y de miembros de su circulo más próximo: Guillermo de Torre, Àngel Ferrant, André Breton, Benjamin Pérez, Jacqueline Lamba, Óscar Domínguez, Domingo Pérez Minik, Domingo López Torres, Agustín Espinosa, Juan Ismael, Hilda Camacho… entre otros muchos, y continuaría a lo largo de su vida. En algunos de ellos utilizó el nuevo lenguaje fotográfico, como en el de Freddy Szmull, a quien fotografió junto a un espejo para obtener una imagen simultánea de su cara desde diferentes puntos de vista; o el de Pedro García Cabrera, donde utilizó un contrapicado para ofrecernos una visión insólita, o en dos autorretratos en los que jugó con la proyección de su sombra para incorporar su retrato a la imagen.
También utilizó la fotografía para documentar el montaje de algunas muestras que promovieron durante este periodo, como la segunda Exposición Surrealista Internacional que organizó en 1935 la revista Gaceta de arte, en colaboración con el pintor Óscar Domínguez y celebrada en el Ateneo de Santa Cruz de Tenerife. Junto a las obras de Max Ernst, René Magritte, Méret Oppenheim, Giorgio di Chirico, Óscar Domínguez, Joan Miró, Pablo Picasso, Salvador Dalí, etc., se expusieron fotografías de Man Ray, Dora Maar y Hans Bellmer. Eduardo Westerdahl aprovechó la estancia en la isla de Benjamin Pérez, André Breton y su mujer, Jacqueline Lamba, para realizar una extensa documentación fotográfica.”
[Fragmento extraído del texto de Joan Naranjo Niño, "Eduardo Westerdahl, una vida óptica", en Eduardo y Maud Westerdahl. 2 miradas del siglo 20, Centro Atlántico de Arte Moderno, Madrid, 2005]