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02 may 2018

TEA Tenerife Espacio de las Artes estrena 'Milagros', el nuevo largometraje documental de David Baute

TEA Tenerife Espacio de las Artes presentó hoy [miércoles 2] 'Milagros', el nuevo largometraje documental del cineasta tinerfeño David Baute en el que descubre cómo es el día a día de una familia de Garachico, integrada por una madre y sus cuatro hijos, cada uno de ellos con distintas capacidades intelectuales. 'Milagros' es un poderoso ejercicio de observación que, poco a poco, se transforma en un hermoso canto a la vida. El director insular de Cultura y Educación, José Luis Rivero, la consejera de Gobierno Abierto y Acción Social, Coromoto Yanes, y el director de la película, David Baute, fueron los encargados de dar a conocer este trabajo, que se podrá ver esta misma tarde, a las 19:30 horas, en TEA.

"Milagros habla de las diferentes capacidades de las personas, de la integración y en definitiva, de la vida", destacó José Luis Rivero sobre este documental, que recibió una de las ayudas a la producción audiovisual que concedió en 2017 el Área de Cultura del Cabildo de Tenerife a través de TEA. En este sentido, Rivero -que felicitó a David Baute por esta película, resultado de casi cuatro años de trabajo- recordó que Milagros se presentó el pasado 17 de abril en el Festival de Cine de Málaga donde compitió en la Sección Oficial tras haber sido seleccionada entre más de dos mil documentales.

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"Estamos realmente contentos por esa selección", agregó Rivero quien explicó que la mayoría de los trabajos que se vieron beneficiados de estas subvenciones del Cabildo están siendo seleccionados en distintos festivales, lo que "habla de la calidad del sector audiovisual en la Isla". "Entendemos el lenguaje audiovisual como un lenguaje artístico más. De ahí que creíamos que sacar estas ayudas era algo necesario", añadió.

Respecto a este trabajo, producido por Tinglado Film, Coromoto Yanes afirmó que es "una película que te mueve el corazón". "Milagros pone en valor como estas personas con diversidad intelectual han sabido integrarse con el resto de la sociedad y visibiliza como es su día a día". Además, cabe destacar que Sinpromi colaboró en la realización de este documental, asesorando y poniendo en contacto a David Baute con diferentes centros. También colaboró en la realización de una copia de este trabajo, accesible para personas con sordera y con ceguera.

David Baute, quien mostró su agradecimiento a TEA y al Cabildo por apoyar a este proyecto así como a las asociaciones y entidades que han colaborado con el mismo, reconoció que el rodaje de Milagros "ha sido una experiencia maravillosa". "Desde el primer día que entramos a rodar a sus casa, nos hicieron sentir que éramos parte de esta familia y gracias a ello se puede lograr captar la realidad", aseguró el director que afirma que este es "un retrato que se hace desde el cariño para poner en valor sus vidas, unas vidas muy duras".

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Además, David Baute confesó que Milagros y su familia son "los mejores personajes" con los que ha trabajado en toda su carrera. "Tienen una gran naturalidad pese a que nosotros estábamos en su casa grabando todo el día", añadió el realizador quien no duda en afirmar que "al terminar de ver el documental uno se va a casa con la sensación de haber vivido con ellos". Por otra parte aseguró que durante el rodaje mantuvo una cierta distancia con los personajes para captar la verdadera esencia de sus vidas y explicó que el guión se fue haciendo en la postproducción, en el montaje.

Milagros, que muestra el día a día de una familia del barrio garachiquense de Genovés, supone la recuperación de un discurso de autor donde el lenguaje cinematográfico se adelgaza hasta transformarse en una ventana lúcida que mira hacia la realidad casi sin intervenir en ella. Durante los más de tres años que duró el rodaje de este documental, David Baute fue testigo silencioso de la vida de una familia compuesta por una madre, llamada Milagros, y por sus cuatro hijos: Carmelo, Agustín, Mary y Vicente.

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Su director y el equipo del documental consideran que es un auténtico milagro el hecho de que la familia haya salido adelante manteniendo la unidad familiar, ya que todos ellos tienen capacidades diferentes. A este hecho se le une el complejo contexto económico de los últimos años que ha puesto más dificultades a la vida cotidiana de esta familia. La ambientación del documental, el paisaje, juega un papel muy importante dentro de la cinta. Genovés es una zona muy rural del municipio de Garachico, donde sus paisajes establecen una relación con los protagonistas. El paraje llega a convertirse en protagonista y la relación de la familia con el mismo desarrolla un elemento primordial del lenguaje cinematográfico.

Milagros es una película de plena madurez en la que el discurso narrativo adopta fórmulas nuevas: hay un modo de contar en el que las cosas y los hechos no se relacionan directamente a través de la presencia sino a través de núcleos significativos que responden a la estructura de las familias semánticas. Capa a capa, sedimento tras sedimento, el espectador se va adentrando en la vida de esta familia especial hasta sentir que llega a ser uno más de ella. Para lograr esto, Baute trabajó una fotografía sobria, con encuadres bien construidos, en una sabia gramática que construye ritmos bien marcados entre los planos más amplios y los cortos.

Por último, David Baute utiliza en Milagros los paisajes insulares, las luces crudas, las montañas, los malpaíses, los barrancos, las carreteras interminables, los atardeceres o las farolas encendidas en la calle, como si fueran un personaje más. Se trata de contrapuntos, de espacios de confrontación, que llegan a la película para que comprendamos que el ser humano es construcción de discurso frente a la naturaleza. La soledad del paisaje y la luz invernal son el sistema de oposición que el director crea para nosotros, para encerrar a la familia en él. Por otra parte, Milagros cuenta con el apoyo de Radiotelevisión Canaria, cadena que emitirá posteriormente este trabajo.

Los personajes, las personas

Milagros. Su mirada en cada caso forma grandes retratos, llenos de toda la intensidad vital, la dificultad, la serenidad y la profunda tristeza de una mujer que ha sabido hacer de la desgracia una forma de dignidad cotidiana. Que puede, por ello, mirarnos a los ojos e interrogarnos. Hay en ella una melancolía tibia, que la ensombrece en la soledad, pero que se transforma en sociedad en una vitalidad serena y amable.

Carmelo. Trabaja, trabaja y trabaja. Es de esas personas que parece disfrutar con la soledad y la concentración en la tarea. Se encarga de la tierra, de los murallones, de las reparaciones. Siempre en silencio, con la atención puesta en lo que tiene que hacer. Es tímido. Participa menos de la vida familiar, quizá porque parece el más maduro y el más consciente de las necesidades familiares.

Agustín. Deportista. Posee una envergadura enorme. Suele ausentarse de la casa y la vida familiar, y se relaciona mucho con la gente, tanto en el trabajo como en la vida diaria. Lo vemos en el bar, viendo un partido por la tele, integrado con la parroquia. Lo vemos con la bicicleta, surcando las carreteras, jugando al baloncesto. Mira a la cámara con fuerza, con la rotundidad de quien sabe bien lo que quiere.

Mary. Es la alegría de la casa. Siempre sonriendo, siempre alegre. La gusta hablar con su madre, con sus hermanos, con sus amigos. En el centro ocupacional parece el motor de muchas actividades y el núcleo que atesora gran parte de las filias y los afectos. Acompaña a Milagros a hacer las gestiones: a buscar dinero, a hacer las compras, a la peluquería. Se ríe a carcajadas en las fiestas.

Vicente. Es el más alejado de la realidad. Su mirada parece extraviada en otro mundo cercano. El más infantil. El más delicado. Se viste, desayuna, va a esperar la guagua, saluda a los coches. Trabaja despacio, con mucho cuidado. Mira a la cámara con franqueza de niño chico. Comparte su tiempo con Mary y con Milagros. Hace labores en la casa, cuida de los perros.

El director, David Baute

David Baute nace en Garachico, al norte de Tenerife. Artesano audiovisual, estudió realización de programas audiovisuales, en el Instituto Oficial de Radio Televisión Española. Posteriormente en la Escuela Superior de Artes y Espectáculos de Madrid T.A.I., se especializa como editor de cine. Luego continuaría realizando estudios complementarios como el curso de Dirección Cinematográfica, en la Escuela Internacional de Cine de la Habana, Cuba. Editor de profesión, trabaja para diferentes productoras cinematográficas, en las que realiza spot publicitarios, videoclip, documentales, ficción... Pero por deseo y vocación David Baute comienza a dirigir documentales, y es a este género al que se dedicará exclusivamente realizando o produciendo propuestas originales y reflexivas. La murga (2015), Ellas (2010), Luis Feria, con permiso del olvido (2008), Fetasianos, el laberinto habitado (2006), Las Momias de Necochea (2003) y Rosario Miranda (2003) son algunos de los trabajos que ha dirigido hasta la fecha.

Subvenciones para la creación Audiovisual de TEA

El Cabildo concedió el pasado año 300.000 euros en subvenciones para la creación de proyectos audiovisuales. Los 23 proyectos que se seleccionaron, estructurados en base a cinco modalidades, fueron el resultado de una convocatoria pública a la que concurrieron un total de 54 propuestas. El objetivo principal de estas subvenciones, que convocó el Área de Cultura del Cabildo de Tenerife a través de TEA, es el de facilitar a los beneficiarios la realización de sus propuestas, subvencionando la realización de largometrajes, cortometrajes, obras de videoarte o videocreación y series de televisión o webseries. Milagros recibió una de las subvenciones destinadas a largometrajes, junto a Apocalipsis Voodoo, de Vasni Ramos; La ciudad oculta, de El Viaje Producciones; Las postales de Roberto, de Digital 104 SL; y El rumor de las sombras, de Miguel Ángel García Morales.