13 ago 2018
TEA proyecta 'No amarás', una lúcida reflexión de Kieślowski sobre el amor y su aprendizaje
La película, ganadora del Premio del Jurado y del Premio Fipresci en el Festival de Cine de San Sebastián, se podrá ver este jueves [día 16] en este centro de arte del Cabildo
TEA Tenerife Espacio de las Artes proyecta esta semana en el marco del ciclo de cine 100 años de la independencia de Polonia. Krzysztof Kieślowski: un camino a la libertad, No amarás (Krótki film o milosci, 1988), dirigida por este célebre director polaco. La película, que se podrá ver este jueves [día 16] a partir de las 20:00 horas, está protagonizada por Grazyna Szapolowska, Olaf Lubaszenko, Stefania Iwinska, Artur Barcis y Stanislaw Gawlik. La entrada para asistir a esta proyección es gratuita previa retirada de las invitaciones en la taquilla de TEA. No amarás se pasará en versión original con subtítulos en español.
No amarás se estrenó en el Festival de San Sebastián donde fue reconocida con el Premio del Jurado y el Premio Fipresci. Esa lúcida reflexión sobre el amor y su aprendizaje -como decía en su reseña Eduardo Rodríguez Merchán- se sostiene sobre una acción ascética, pero psicológicamente compleja. Un chico joven se enamora de una bella mujer que está observando por la ventana. A través de su dramática relación Kieślowski vuelve a bucear en asuntos existenciales decisivos para la humanidad: el amor y el sexo, y en su litigio cotidiano donde batallan la idealización del enamoramiento con la sexualidad.
Cabe recordar que este ciclo de cine dedicado a Krzysztof Kieślowski se completa una exposición sobre el cineasta que incluye una muestra de carteles de sus películas y las fotos realizadas por Kieślowski en su época de estudiante. La muestra, que se puede visitar de manera gratuita en la Biblioteca Municipal de Santa Cruz (ubicada en TEA) y en El Cuarto Oscuro de TEA hasta el 2 de septiembre, se compone de tres módulos.
La primera es Huellas de la memoria, elaborada por el Museo de Cinematografía de Łódź, que documenta tanto la vida personal como la trayectoria artística de Kieślowski incluyendo en el diseño fotografías, reseñas de periódicos, carteles, numerosas publicaciones, así como material de archivo nunca presentado. En un segundo módulo se exhiben los carteles de las películas de Krzysztof Kieślowski y el tercero es una exposición de fotografías (que se podrá ver en El Cuarto Oscuro) realizadas por el propio Kieślowski cuando estudiaba en la Escuela de Cine de Łódź.
El ciclo está organizado por TEA Espacio de las Artes, la Asociación Polaco-Canaria ARKA, la Fundación AVA Arts, el Instituto Polaco de Cultura, bajo el patrocinio de la Embajada de la República de Polonia en España. Colaboran: Cabildo de Tenerife, Fundación Proyecto Perfecto, el Museo de Cinematografía de Lodz, Grupo Memento y el Arona Gran Hotel. El proyecto ha sido subvencionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia y el Instituto Adam Mickiewicz de Varsovia.
Krzysztof Kieślowski (Varsovia, 1941-1996) ingresó en la aclamada Escuela de Cinematografía de Łódź en 1964. La misma escuela que formó a otros grandes cineastas polacos como Roman Polanski, Andrzej Munk, Krzysztof Zanussi o el propio Andrzej Wajda. Kieślowski ingresó en ella en un momento artístico relativamente libre, bajo la tutela del régimen comunista polaco y unido a los más veteranos se encontró inmerso en el movimiento llamado del Cine de la inquietud moral, al que aportó, notablemente, su reflexión sobre el contexto histórico-político de Polonia, hasta finales de los 80.
Al principio realizó trabajos de corta duración centrados en la descripción de rasgos particulares de la sociedad polaca bajo el régimen comunista. En la mayoría de ellos, como en La Oficina (Urząd 1966), La Fábrica (Fabryka 1970), El Hospital (Szpital 1976), Desde el punto de vista de un portero de noche (Z punktu widzenia nocnego portiera, 1977) o La Estación (Dworzec 1980) retrató a varios individuos a partir de sus relaciones personales y profesionales en su entorno laboral. En estos primeros trabajos, Kieślowski enmarcó, fielmente, la vida cotidiana de cualquier ciudadano polaco, de obreros y soldados.
Pero en sus siguientes títulos, y manera progresiva, comenzó a expresar su desencanto y empezó a tener una visión menos pragmática de la realidad, iniciándose en el uso de simbolismos y códigos trascendentales como en El Azar o en Sin fin. La carga moralista en su discurso tuvo su punto culminante en la composición del Decálogo, una obra colosal, compuesta por diez películas de unos 55 minutos de duración media, a partir de los Diez Mandamientos, que realizó para la televisión polaca en el año 1988. El Decálogo fue una majestuosa obra y un éxito de crítica internacional que finalmente reconoció el nombre de Krzysztof Kieślowski y le abrió las puertas de la producción fuera de Polonia, en un histórico momento, clave, en los albores de la caída del régimen comunista.
Tras el Decálogo, Kieślowski da por terminada su etapa plenamente polaca y se concentra en la realización de su primera coproducción en Francia con La doble vida de Verónica en 1991. Dos años más tarde, continua esta etapa con la trilogía Tres colores, basándose en los ideales de la bandera francesa, Libertad, Igualdad y Fraternidad.