30 jun 2022
TEA presenta ‘Colapso’, exposición que indaga en el concepto de residuo desde el arte y la filosofía
La muestra se inaugura este sábado [día 2], a las 19:00 horas
TEA Tenerife Espacio de las Artes presentó hoy [jueves 30] Colapso. Contener el residuo, habitar la ruina, una exposición que plantea una aproximación filosófica y artística al concepto de residuo, de aquello que sobra a aquella materia fuera de lugar, que es concebida como desecho. El director artístico de TEA, Gilberto González, presentó la muestra acompañado de Yosi Negrín Ruiz y Paula Ramos Mollá, comisarios de esta propuesta expositiva que se plantea como una acumulación de estratos residuales y que se inaugura este sábado [día 2], a las 19:00 horas.
“La idea era trabajar sobre el cúmulo de imágenes, sobre el modo en que la sociedad se construye en torno a ellas, en la forma en la que las digerimos y las deglutimos”, explicó González sobre Colapso, exposición que amalgama desechos metafóricos, humanos, ecológicos y en la cual distintas capas estéticas se van superponiendo, no fijas en un instante, sino evolucionando con el paso del tiempo, haciendo que la experiencia sea siempre cambiante.
“La idea de que el deshecho nos construye a la vez que nos destruye se hace más evidente actualmente con el cúmulo de imágenes”, destacó el director artístico de TEA quien adelantó que la muestra -que podrá visitarse de manera gratuita hasta el 18 de septiembre- estará acompañada de una publicación y de una serie de encuentros. Colapso estará abierta de martes a viernes, de 12:00 a 20:00 horas, y los sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 20:00 horas
Amy Balkin, Lucía Bayón, Marcin Dudek, Berenice Olmedo, Céline Struger, Inés Miño, Mon Cano e Íñigo de Barrón, Bat-Ami Rivlin, Luis Lecea, Marina González Guerreiro, Cajsa von Zeipel, Maï Diallo y Lucía Dorta, Shanie Tomassini, Rafael Pérez Evans, Jack Almgren y Young Boy Dancing Group son los artistas que participan en esta exposición que cuenta con la colaboración de Por Asalto, el programa de artes en vivo de TEA curado por Javier Arozena. Además de ello, cabe resaltar que el día de la inauguración, Young Boy Dancing Group (en coordinación con Por Asalto) realizará a las 20:00 horas la performance Young Boy Dancing Group 2022.
Por su parte, Yosi Negrín explicó que ellos han construido la idea del deshecho, del residuo, de lo que sobra, de lo que está al límite de toda la cadena productivista desde una perspectiva antropocéntrica. “La muestra presenta, a través de instalaciones de formas muy diversas, distintas maneras de ver, de tratar el residuo; desde lo agrícola, del deshecho de lo humano, los cuerpos, y también desde la idea del consumo y del aire que respiramos”, agregó el comisario.
A nivel conceptual -destacó Paula Ramos- hay dos cosas que han marcado la relación que han tenido con el residuo, que “sería el hecho de concebir un fallo total en el sistema, no de una forma nihilista, sino de una forma que pueda abrir una puerta a otro sistema. Y también del hecho de que esta utopía del reciclaje falla y está colapsado el sistema”. “Hemos querido resaltar cierta forma de relacionarnos estéticamente con el residuo, es una externalización de lo que creemos que pueden ser las manifestaciones estéticas de este propio sistema”, puntualizó.
En esta nueva propuesta expositiva, Yosi Negrín Ruiz y Paula Ramos Mollá indagan en el residuo como esa “materia que no encuentra su lugar”. Aquello que no merece ser conservado. En este sentido, la basura es aquello que se interpone en el camino del progreso. Una forma de desequilibrio de lo bello y de la cadena productivista que regula y ordena la materia. Desde el desecho alimenticio al desecho humano: la basura es algo que se quiere esconder porque es la consecuencia inefable de un sistema tardocapitalista cuyo progreso no tiene fin. Ni siquiera el propio desecho, en sí mismo un concepto asociado al fin de la vida de la materia, tiene fin: el desecho puede ser reciclado, devuelto al sistema de donde viene, para aprovechar su segunda vida. En el concepto del zero waste, se escuda el progreso libre desbocado: una fantasía utópica de un sistema que falsamente promete auto regularse.
Las posibilidades que se abren al repensar el concepto de basura cuestionan la capacidad del sistema de regular, ordenar y clasificar la materia (humana, alimenticia, metafísica) en útil/inútil, buena/mala, limpia/sucia. De ahí que en esta muestra sus comisarios hayan querido repensar el concepto de desecho como elemento inservible que cuestiona un sistema de poder: ¿Quién o qué sobra? Walter Benjamin empleó la figura del chifonier o Lumpenslammer para ilustrar su concepción de la imagen dialéctica: un momento presente iluminado por el pasado, en donde la verdad es desentrañada por nuestra experiencia personal y sensorial, tal y como lo describe Buck-Morss. El poder político del residuo nace desde este proceso de búsqueda entre los escombros. Colapso propone construir una imagen dialéctica desde el residuo de tal forma que perviva no como elemento negativo o sobrante de aquello positivo, lo higiénico, sino como una ruina: una construcción afirmativa en su decadencia.
La etimología de la palabra ‘colapso’ proviene del latín ‘collapsus’ y quiere decir caída total. Proviene de la raíz ‘labor’, de donde deriva ‘lapso’, que significa ‘resbalar’. En esta muestra el espectador se enfrenta al conocimiento olvidado, relegado, a la ruina sobre la que hay que rebuscar. A aquel lapsus menti que deja la sensación de un recuerdo y sobre el que hay que trabajar históricamente: una persona no puede abusar de la historia ni olvidarse de ella, ambas actitudes podrían ser perjudiciales tanto como para el ego individual como para un sentido de responsabilidad social con conciencia temporal.
En lugar del residuo, esta exposición -detallan sus comisarios- trabaja con la ruina, después del colapso. Un colapso inevitable, marcado por un crecimiento incesante y la producción imparable de ideas, conocimientos, materias; caracterizado por la expansión humana en el antropoceno. La utopía del reciclaje no es posible: es necesario un colapso y destrucción total de un sistema basado en la instrumentalización de las personas en los márgenes y el aprovechamiento insaciable de recursos que sustenta un sistema estructuralmente desigual. Pero lo inevitable del colapso no significa aceptar una posición nihilista. Significa estar abiertos a proponer un sistema-otro. Después del colapso: sobre las ruinas.
Como parte de la exposición Young Boy Dancing Group (YBDG) estará presentando la pieza Young Boy Dancing Group 2022 el sábado [día 2], desde las 20:30 hasta las 22:30 horas. Este colectivo de danza performática está dirigido por el artista suizo Manuel Scheiwiller en estrecha colaboración con Maria Metsalu, de Estonia, y Nicolás Roses, de Argentina. El grupo aborda, de manera crítica, los modos de producción de la danza, la cultura digital, la institucionalización y la autenticidad, haciendo constante referencia a la artista visual Elaine Sturtevant.
El trabajo abarca videos, moda, esculturas y, en su esencia, presentaciones de danza en vivo que usualmente consisten en estructuradas improvisaciones influenciadas por un escenario postapocalíptico, así como por acrobacia, posthumanismo y métodos y estética DIY (Hazlo Tú Mismo). YBDG tiene una identidad queer por naturaleza, siguiendo pautas sexuales y corporales positivas con el fin de crear un espacio seguro donde la libertad de los intérpretes puede ser explorada al mismo tiempo que se desafían las normas del imaginario heteronormativo de nuestra sociedad. Young Boy Dancing Group 2022 es una performance que puede herir sensibilidades. La participación de YBDG en la exposición cuenta con el apoyo de Pro-Helvetia Fundación Suiza para la Cultura.
Absolution (2021), de Céline Struger; Double Dose of Zen (2020), de Cajsa von Zeipel; Bathtubs (2022), de Bat-Ami Rivlin; Pica (2022), de Rafael Pérez Evans; Entretelas (vaivén) (2021), de Lucía Bayón; iPhone Ritual (2022), de Shanie Tomassini; Sin título (2022), de Jack Almgren; Sin título (2022), de Luis Lecea; Un deseo (2021), de Marina González Guerreiro; Charco (2020), de Marina González Guerreiro; Young Boy Dancing Group 2022 (2022), de Young Boy Dancing Group; Public Smog (2022), de Amy Balkin; Muestras de Technosoil (2022), de Amy Balkin; Tent Stadium (2022), de Marcin Dudek; Sin título (2022), de Iñigo de Barrón, Inés Miño y Ramón Cano; Claire (2019), de Berenice Olmedo; Antonieta (2019), de Berenice Olmedo; Ciclos de gestación (2022), de Maï Daillo y Lucía Dorta, en colaboración con Cassiopea Acebes Prado; y Desenterrar los saberes (2022), de Maï Daillo y Lucía Dorta, en colaboración con Cassiopea Acebes Prado; son las obras que conforman Colapso.