Rascarse el trasero con la puerta

“Alby Álamo encuentra una clara semejanza entre la estructura del refrán (que usa la rima por su fácil creación y recepción) y la fotografía polaroid, “comúnmente tildada de foto fácil, doméstica”: en ambos casos se encuentra un correlato sencillo para decir “lo que hay”. A fin de sacar partido a la análoga inmediatez narrativa de la polaroid y las proverbiales situaciones cotidianas, ha escenificado ocho refranes de Brueghel y dos más que se ha inventado (y no revelaremos). Este experimento no se ha hecho al azar, sino en relación -dice- “con el estado de mis personajes”: no hay que olvidar que en las polaroid se crean personajes y situaciones a partir de personas y sitios “reales”.

Se trata, en sentido estricto, de tableux vivants: cuadros de la vida cotidiana, moralidades de una “pequeña historia” que a menudo es dramáticamente banal, ya que es justo aquí donde se encuentra su sentido. El resultado ha sido una serie de Refranes y proverbios (y creo que no sólo el título suena a Eric Rohmer) que viven a hablar “de la inutilidad de ciertas acciones que, a pesar de todo, se hacen (tareas trágicas), o bien de una pereza casi melancólica”.

[Fragmento extraído del texto “El refranero amnésico” de Ángel Mollá en el catálogo Esto no es una fotografía. Área de Cultura, Cabildo de Tenerife, 2001.]