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'Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas'

24 may 2019 > 13 oct 2019

Crisis?, What crisis? Cap. 3

'Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas'

TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge hasta el 13 de octubre la exposición Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas, comisariada por Moneiba Lemes y Ramón Salas. Esta nueva colectiva, que reúne un centenar de obras de una veintena de artistas, es la continuación del ciclo de exposiciones Crisis? What Crisis?, iniciado en 2016, el año en que se cumplieron 40 años desde el fin de los 40 años de la dictadura de Franco. Aprovechando esa efeméride redonda, se plantearon tres exposiciones con las que pasar revista a otras tantas sensibilidades, corrientes o líneas de fuerza del arte canario contemporáneo, entendiendo por tal el realizado por los y las artistas nacidos después de la muerte de Franco.

Estos artistas eclosionaron o maduraron en torno al 2008, y fueron afectados intensamente por su crisis, razón que explica el título del ciclo, que hace alusión a un famoso disco de Supertramp editado también en 1975. ¿Tiene forma la catástrofe? es el subtítulo de este ciclo que trata precisamente de encontrar continuidades en una generación marcada por la inestabilidad.

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Fechas: 24/05/2019 > 13/10/2019

Ubicación: Sala A (Planta 2) consulta el mapa

Martes a domingo de 10.00 a 20.00 h
Lunes cerrado, excepto festivo

Libro de sala de 'Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas' (1.05MB)

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Fechas: 24/05/2019 > 13/10/2019

Ubicación: Sala A (Planta 2) consulta el mapa

De martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas

24 may 2019 > 13 oct 2019

Crisis?, What crisis? Cap. 3

'Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas'

TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge hasta el 13 de octubre la exposición Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas, comisariada por Moneiba Lemes y Ramón Salas. Esta nueva colectiva, que reúne un centenar de obras de una veintena de artistas, es la continuación del ciclo de exposiciones Crisis? What Crisis?, iniciado en 2016, el año en que se cumplieron 40 años desde el fin de los 40 años de la dictadura de Franco. Aprovechando esa efeméride redonda, se plantearon tres exposiciones con las que pasar revista a otras tantas sensibilidades, corrientes o líneas de fuerza del arte canario contemporáneo, entendiendo por tal el realizado por los y las artistas nacidos después de la muerte de Franco.

Estos artistas eclosionaron o maduraron en torno al 2008, y fueron afectados intensamente por su crisis, razón que explica el título del ciclo, que hace alusión a un famoso disco de Supertramp editado también en 1975. ¿Tiene forma la catástrofe? es el subtítulo de este ciclo que trata precisamente de encontrar continuidades en una generación marcada por la inestabilidad.

Esta tercera exposición recoge y analiza las obras de un conjunto de artistas que, a caballo entre siglos, decidieron hablar en primera persona de su peripecia vital, marcada por la necesidad de construir narrativamente unas vidas que debían desenvolverse en un contexto cambiante que dificultaba sobremanera vivir a largo plazo.

La muestra presenta obra de Alby Álamo, Teresa Arozena, Raúl Artiles, Karina Beltrán, Mª Laura Benavente, Francisco Castro, Néstor Delgado, Lecuona y Hernández, Moneiba Lemes, Martín y Sicilia, Cristina Maya, Ubay Murillo, José Otero, Pérez y Requena, Fernando Robayna, Adassa Santana, Diego Vites y Juan José Valencia. Aunque, de un modo u otro, también participan otros ‘sujetos colectivos’ como El Apartamento, Keroxen, Academia crítica, Oficina para la Acción Urbana o Solar. Las creaciones que conforman esta exposición proceden de las colecciones de TEA Tenerife Espacio de las Artes, del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, de la Fundación Mapfre Guanarteme, del Museo Municipal de Bellas Artes, del CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno, de la galería Artizar, de BIBLI, de la galería ATC Agencia de Tránsitos Culturales así como de colecciones particulares y de las de los propios artistas. Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas cuenta con el patrocinio de Japan Tobacco International (JTI).

La exposición se complementa con una serie de actividades paralelas, entre las que se encuentran, una visita guiada con el alumnado de la Universidad de Mayores (27 de mayo), la presentación de ¿Qué fue El Apartamento? (6 de junio), la presentación de La Piscina Editorial, que incluye una serie de charlas bajo el título de Lo que vino después (12 de junio) así como una comida relacional Noodles y conversación con lxs alumnxs de Bellas Artes (13 de junio).

Los artistas que se reúnen ahora en esta muestra eligieron como procedimiento fundamentalmente la pintura, pero no porque pintar fuera lo normal para los creadores, sino todo lo contrario, porque había dejado de ser una técnica viable, incapaz, por su ritmo lento y su estaticidad, de dar cuenta de unas vidas aceleradas. Esta vocación anacrónica ponía de manifiesto la contradicción entre la herencia burguesa que inducía a seguir pensando la propia existencia como un relato coherente y un mundo posburgués que ha desmontado todos los escenarios de seguridad y continuidad y que obliga a adaptarse constantemente a sus sobresaltos.

Moneiba Lemes y Ramón Salas detallan que estos artistas con sus autorretratos y los retratos de su círculo de amigos anticiparon la moda del selfie y la costumbre antropológica de exponer, es decir, de traducir en imágenes, los hábitos vitales. Pero, frente a la habitual interpretación de la “estetización de la existencia” como un triunfo del gusto frente al criterio, lo que trataban de hacer llevando la representación de sus comportamientos cotidianos al plano pictórico era, al contrario, someter hasta las decisiones más nimias a ese espacio de reflexión, debate y creación de valor que es el arte. Estas micropolíticas de lo cotidiano tratan de darle profundidad histórica, es decir, de vincular con la génesis y crisis de los modelos de subjetividad burguesa, al hábito hoy mecanizado e irreflexivo de exponer en las redes la propia intimidad, es decir, de darle profundidad a la práctica de la “extimidad”.

Esta forma de trabajar contrastaba con las modas metropolitanas, con las que compartían sin embargo el interés antropológico por los microcomportamientos; pero tampoco reproducía las tradiciones artísticas locales. Durante casi un siglo, el tema principal y casi único del arte canario fue Canarias, identificada fundamentalmente por su geografía, que se suponía que determinaba el comportamiento y el espíritu del isleño. Estos artistas dejaron de utilizar los lenguajes metropolitanos para hablar de “lo nuestro” y comenzaron a hablar de lo de todos pero con sus acentos. Es decir, a contar cómo vivían localmente el problema global de tener que aprender a habitar la precariedad, la inestabilidad y la inseguridad. Pisos de alquiler u hoteles, como metáforas del nihilismo, sirvieron de escenario para reflexionar sobre unas vidas de paso que ya no estaban determinadas por la geografía -como bajo el paradigma de la identidad- sino marcadas por la historia o, mejor dicho, por el fin de la historia, por la crisis de los grandes relatos colectivos en los que era posible integrar la vida propia.

Menos interesados por el arte público y la identidad comunitaria que por la dimensión pública y comunitaria del arte privado, “tematizaron” sus propias dificultades para instalarse en el nihilismo. Trataron de dar ejemplo, en primera persona, de sus esfuerzos por protagonizar la construcción narrativa de su propia vida. No representaban una forma de ser, sino una manera de estar, incierta y definida por la intensidad de las decisiones, aparentemente costumbristas, en las que un Don Nadie estiliza su “personajidad” en escenarios micropolíticos.

En torno a esta preocupación compartida forjaron una amistad personal que se convirtió en afinidad intelectual. No en vano se hicieron amigos en la facultad, convirtiendo su relación en un ‘proyecto académico’. Lo que también les condujo a poner en relación su relato, radicalmente contemporáneo, con la historia de la pintura de género y, con ello, con el nacimiento de la subjetividad moderna (y del cuadro) en la Holanda del S.XVII. Pero fueron ellos mismos los que más influyeron sobre sí mismos, lo que determinó que, poco a poco, el habito de la creación individual fuera derivando hacia la construcción de redes que les permitieran “performar” sus propias vidas en una realidad que, toda ella, se había convertido ya en un escenario global del tránsito y la inestabilidad.

Las primeras figuras, aún definidas incluso en su indefinición, fueron perdiendo compacidad, como si se adaptaran físicamente a la realidad “líquida”. Internet sustituyó a las ventanas como lugar al que asomarse y, de ese modo, el retrato comenzó a practicarse a través de otro tipo de metáforas. La propia licuefacción de las figuras termino por disolver también a los artistas y sus formas de trabajo, que se empezaron a confundir con sus propias vidas. Por eso en esta exposición acabamos analizando cómo las redes de influencias, inicialmente pictóricas, se convirtieron en lugares o dispositivos para la relación personal y la construcción colectiva de la subjetividad.

Las salas en las que se exhibe Crisis?, What Crisis? Cap. 3. Intimidades, subjetividades y otras afinidades electivas, plantean dos recorridos, que se pueden seguir con el librito de sala editado ex profeso. Hacia la derecha se puede ver la evolución histórica: desde el nacimiento de la Escuela de La Laguna (en un montaje que trata de rememorar los cuadros de Gabinete que tanta influencia tuvieron en su formación), hasta su conversión en un espacio de relación (ejemplificado en El Apartamento), pasando por lo que podríamos considerar la segunda generación (o promoción).

Hacia la izquierda se plantean las evoluciones de los temas principales: hacia la representación de la multitud como nuevo sujeto, hacia el interés por los objetos y las clasificaciones en la línea de los Nuevos materialismos o del pensamiento decolonial, y hacia la evolución desde los iniciales signos de optimismo o, al menos, de esperanza, hacia unas visiones más siniestras conforme la sociedad líquida se iba llevando las vidas por el sumidero.

En la sala inicial hay una introducción a los temas centrales y recurrentes: la tabla rasa del nihilismo, la autorepresentación (en clave narrativa), la autodefinición de la subjetividad a partir de gestos mínimos y costumbristas, los espacios de tránsito y la construcción, en esos espacios del nihilismo, de un territorio propio.

Las exposiciones anteriores de este ciclo fueron Crisis? What Crisis? (¿tiene forma la catástrofe?), que se pudo ver entre diciembre de 2016 y marzo de 2017, y Crisis? What Crisis? Cap.2. Dibujos (y otros recursos antropológicos), que se exhibió entre marzo y junio de 2018.