Francesc Torres Monsó fue una figura capital en la evolución de la escultura en Cataluña. Con una formación clásica y académica, mantuvo siempre una actitud crítica y atenta a los acontecimientos de su contexto. De unos inicios expresionistas, seguidos de una etapa informal, su trabajo evoluciona hacia reflexiones vinculadas con el dadaísmo, el minimalismo y el arte conceptual, realizando creaciones de rigurosa geometría a través del uso de materiales poco convencionales como la fórmica, sin abandonar un lenguaje seductor y sutil. En la misma línea, materiales como el plástico o la resina de poliéster le permitieron desarrollar proyectos de manera económica, además de vincular su trabajo con el cuestionamiento de la obra única característico del arte pop.