Unai San Martín nació en una familia con una larga tradición de artesanos y fabricantes de armas. Su padre era un ávido coleccionista de libros, y él se interesó en los libros y la edición, el grabado y la fotografía. Su familia viajó mucho por los pueblos españoles durante la dictadura de Franco. Comenzó como pintor, y vivió en el sur de España durante su servicio militar. Tuvo su primera exposición individual en Francia poco después, mostrando coloridas pinturas abstractas inspiradas en la luz de Sevilla. En 1989, se trasladó a Londres, estudia grabado en el Morley College y en el Block Printmaking Studios y realizando sus primeros grabados, aguafuertes y xilografías. Sus pinturas se vuelven más y más monocromáticas, lo que le llevó al estudio de la fotografía, tomando  clases de fotografía y pasando algún tiempo en Nueva York, asistiendo al Pratt Institut y la investigación de las técnicas de fotograbado, una técnica en la que el negativo fotográfico se transfiere a una placa de metal para después imprimirse sobre papel. Después San Martín se trasladó a Madrid para trabajar como impresor y creador de placas para muchos artistas, pero en 1998 se trasladó definitivamente a la Bahía de San Francisco en California, donde es profesor de fotograbado y está involucrado en muchos proyectos de publicación de su obra, así como de otros artistas. Ha expuesto en galerías y museos de todo el mundo. Cabe destacar su presencia en el pabellón español de la International Biennial Fair de Lubjana (Eslovenia) en 1999, la Cameron Gallery de San Francisco y Foto España en 2000, Kln Art Fair de Colonia en 2001, The AIPAD Photography Show de Nueva York y SFMoMA rental gallery de San Francisco en 2002, entre otras. Su obra está representada en numerosos museos y colecciones de Estados Unidos y España principalmente, como el Museo Reina Sofía, el Congreso de los Diputados y la Biblioteca Nacional, todos ellos en Madrid, Banco de Santander, Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, Diputación de Cádiz, Colección Ordóñez-Falcón y en la Colección Raymond Barbos de Mont de Marsan. En 1991, recibió en Primer Premio de Grabado del certamen Gure Artea, la beca de residencia del Kala Art Institute de Berkley en 1997, en 2001 una Mención Honorífica en el Premio Nacional de Grabado y Arte Gráfico, y en 2002 obtuvo el Premio Nacional de Printmaking de España a la mejor obra por Figura. Aunque sus imágenes se toman en lugares reales, son paisajes mentales, sueños de una topografía mítica: caminos cubiertos por el silencio, por donde caminaron viajeros solitarios. Ha sido fuertemente influenciado por pintores y escritores de la época romántica. A pesar de que a veces explora técnicas digitales actuales, lo hace a menudo en combinación con los procesos históricos como el fotograbado.