“Instruido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en los inicios de la década de 1940, la calidad creativa de Lorenzo se evidenció tempranamente. Su obra surge desde una sensibilidad abstracta en la que es destacable el uso vibrante del color y del grueso empaste, obteniendo con ello valores artísticos de gran intensidad lumínica. En su mundo pictórico hay también ciertas referencias figurativas en los años setenta, con ecos de la pintura de Paul Klee. En la década de 1980 realizó pinturas a modo de collage, en las que incorporaba objetos por lo general procedentes del mundo de la electrónica y posteriormente pintados con vocación de monocromía. En el área museográfica, Lorenzo ha de ser considerado una figura de rango preeminente, ya que en 1966, colabora con Fernando Zóbel en la creación y en el proceso de instalación de las obras del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Su sistema de creación meditativo y minucioso marca su incidencia en el ámbito expositivo”.

[Texto extraído de la Real Academia de la Historia].