Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) utiliza materiales industriales en sus obras como el hormigón, el hierro, el zinc o el cristal, combinados con motivos vegetales como el bambú y la hojarasca. Sus esculturas vienen acompañadas por serigrafías en gran formato sobre seda o cobre. Junto a sus grandes piezas en tres dimensiones, estos trabajos crean una ilusión de profundidad espacial y desdibujan aún más la distinción entre el entorno natural y el espacio construido. Todo ello le lleva a potenciar el aspecto espacial, arquitectónico y escenográfico de sus obras. Su trabajo es una de las propuestas españolas que mejor define los signos del arte español contemporáneo, y que demuestra el desarrollo de una contrastada carrera artística. Tiene obras en museos y colecciones de todo el mundo, entre ellos el Centre Pompidou (París); la Fundação Serralves (Oporto); el Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York); el Museum and Sculture Garden (Washington D.C.); el Irish Museum of Modern Art (Dublín): el MACBA (Barcelona); el MoMA (Nueva York), el MNCARS (Madrid) y la Tate Gallery (Londres). En su carrera destacan distintos galardones y premios como el Premio Nacional de Artes Plásticas de 1999 o la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes otorgada por el Ministerio de Cultura en 2015.