Francisco FARRERAS
(Barcelona, Cataluña, España, 7 de septiembre de 1927)
Francisco Farreras nace en Barcelona el 7 de septiembre de 1927. Tras la guerra civil, se traslada con su familia a Murcia y más tarde a Tenerife, donde estudia bajo la tutela de los pintores Antonio Gómez Cano (1912-85) en Murcia (1940) y Mariano de Cossío (1890-1960) en la Escuela de Artes y Oficios de Santa Cruz de Tenerife (1941). En 1943 se instala en Madrid, siendo discípulo de Daniel Vázquez Díaz (1882-1969) y realiza los estudios de Bellas Artes en la Escuela de San Fernando de Madrid donde obtiene el título de Profesor de Dibujo en 1949.
Francisco Farreras es seleccionado para la I Bienal Hispanoamericana en 1951 y en 1953 viaja a Francia, momento en que se acercará a la abstracción geométrica y en que comenzará a experimentar con materiales como la arena. Realiza viajes de estudios a París (Colegio España. Boulevard Jourdan de la Ciudad Universitaria), Bélgica y Holanda entre 1952 y 1954. Es a partir de 1954 cuando Farreras inicia profesionalmente su trayectoria artística, participando en múltiples exposiciones colectivas e individuales. En 1956 gana por concurso el proyecto y la ejecución de trece pinturas murales al fresco para la Capilla del Castillo de las Navas del Marqués (Avila). Entre los años 1958 y 1959 su pintura es básicamente geométrica y de gruesas materias. Tras este período descubre el papel de seda y las posibilidades que éste le ofrece. Tal hallazgo le impulsa a realizar collages como medio idóneo de expresión plástica.
Artista de producción cambiante, en la década de 1960 se concentra en la producción de sutiles collages con papel de seda, de clara inspiración oriental, mientras que en los ochenta prefirió la potencia expresiva de la madera que ensambla a una superficie. Participa en la mayoría de las muestras itinerantes organizadas por el Ministerio de Exteriores a través de Europa y América. Es seleccionado por los Museos de Arte Moderno y Guggenheim de Nueva York, y la Galería Tate de Londres, para figurar en las muestras de pintura española que respectivamente llevarían a cabo. En el año 1963 viaja a Escandinavia y México para trasladarse finalmente a Nueva York donde fijará su residencia durante dos años. Para el Pabellón Español de la Feria Mundial de Nueva York, realiza por encargo un gran mural-collage.
Toma contacto con la galería Bertha Schaefer con quien expondrá su obra en repetidas ocasiones. Aunque ausente de España se integra al grupo de artistas de la Galería Juana Mordó de Madrid, firmando con ella un contrato de exclusividad de su obra. En 1966 regresa a España tras vivir varios años en los Estados Unidos y se instala en las afueras de Madrid donde vive y trabaja en la actualidad.
En el año 1982 realiza por encargo un gran mural-collage para el aeropuerto Madrid-Barajas. Este trabajo supondrá la momentánea ruptura con el collage, produciéndose un cambio radical en su trayectoria artística. Los volúmenes hasta entonces “sugeridos” en las superficies planas del cuadro le inducen a buscar la fórmula para que éstos se conviertan en volúmenes físicos, en cuya empresa dedica varios años de ensayos y experiencias. Inicialmente tiene lugar una intensa producción de trabajos volumétricos que denomina "coudrages" realizados con maderas y telas cosidas. La fragilidad matérica de estos trabajos le fuerza a buscar materiales más resistentes. El cartón y la madera se convertirán en la base de sus últimos trabajos.
A partir de 1988, Farreras abandonará definitivamente el collage para dedicarse única y exclusivamente a los relieves de madera. En el año 1990 realiza una exposición personal de relieves en la Galería Scheffel de Bad Homburg (Alemania). También realiza por encargo un mural-relieve de 2.25 metros de alto por 10 metros de largo para el Hotel Príncipe de Asturias en la Isla de la Cartuja, con ocasión de la EXPO, que le servirá de experiencia para afrontar trabajos en madera de gran formato. Realiza muestras individuales en Santander, Sevilla, Córdoba y Granada. Concluidas las exposiciones itinerantes por Andalucía, prepara una segunda exhibición en 1992 para la Galería Scheffel de Bad Homburg. En 1993 lleva a cabo una segunda exposición en la Galería Detursa de Madrid, con obras de gran formato y participa en las exposiciones itinerantes organizadas por la Compañía Iberia bajo el título "El Aire", por varios países latinoamericanos.
En estrecha colaboración con la Galería Scheffel, participa en 1994 en varias ferias internacionales: Colonia, Chicago, Frankfurt, etc. Viaja de nuevo a los Estados Unidos donde realiza un exposición de relieves en la Galería Peyton-Wright de Santa Fé (Nuevo México). También expondrá en la Galería Rieder de Münich (Baviera. Alemania) y en el Antiguo Ayuntamiento de Lahr (Selva Negra. Alemania). En 1995 participa en la feria de ARCO de Madrid con un relieve de gran formato, por el cual la Asociación de Críticos de Arte le concede el segundo premio internacional como la mejor obra expuesta en dicho certamen.
Una vez más participa en las ferias internacionales de Chicago, Colonia y Frankfurt. Nuevos viajes a Francia, Suiza y Alemania para exponer en la Galería Marie Louise Wirth de Zürich y en la Galería Voght de Herten. Tiene una exposición de carácter retrospectivo en la Galería Margarita Summers de Madrid, en 1966. También expondrá sus obras en la Galería Estatal de Jena (Alemania). Realiza una exposición individual en la Galería Gunar Barthel de Berlín y participa en la feria de ARCO de Madrid, en 1997. Expone en la Caja de Pamplona, con motivo del 125 aniversario de esta entidad. La Fundación Carlos de Amberes de Madrid, exhibe una colectiva dedicado a "El Arte y La Prensa en las Colecciones Españolas", donde figura uno de sus collages. En 1998 es invitado para exponer en el Centro Atlántico de Arte, de La Coruña, en cuya muestra La Caixa Galicia le adquiere un relieve.
En el curso del año 1999 participa en diversas exposiciones colectivas en Santander, Madrid, Pamplona, La Coruña y Berlín, además de realizar un gran viaje por el oeste americano. De octubre de 1999 a enero de 2000, Farreras realiza una exposición retrospectiva en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Medalla de La Asociación Madrileña de Críticos de Arte a la mejor exposición del año. Con el cambio de siglo, Francisco Farreras sigue evolucionando. En determinados momentos abandona los colores tostados de la madera, que sustituye por unos tonos claros, casi blanquecinos, con superficies despejadas y limpias. A veces, utiliza sólo dos maderas, que une entre sí por cintas gruesas o cuerdas que emergen y vuelven a sumergirse en el plano.
En 2004, las obras en relieve que ha venido realizando en estos últimos años empiezan a experimentar cierta fatiga por lo que comienza una nueva etapa en la que el volumen queda, en cierto modo, marginado. A partir de este momento, inicia una serie de trabajos de experimentación sobre superficies casi planas y con una clara intención de síntesis. El 2005 es un año de gran actividad creativa provocada por el nuevo enfoque expresivo y el uso de nuevos materiales. El volumen de obra realizada a lo largo de los años 2006 y 2007 precisaba ser mostrada al público para que fuera éste quien juzgara los resultados y no la mirada propia en la engañosa soledad de su estudio.
Numerosas exposiciones tendrán lugar en Madrid (que obtiene, en 2007, la Medalla de La Asociación Madrileña de Críticos de Arte a la mejor exposición del 2006), Casa da Cerca-Centro de Arte Contemporáneo de Almada (Portugal) y Galería Prova de Artista de Lisboa (Portugal), Galería Van Dyck de Gijón (España), Galería da Miguel Bombarda de Oporto (Portugal) y de nuevo con la Galería Rieder de Munich (Alemania).
En las obras de Francisco Farreras, prima el orden como elemento fundamental del planteamiento estético. El cuadro no es ya sólo los elementos que lo crean y sus valores poéticos, ni siquiera la relación compositiva que existe entre ellos, es ante todo y, siguiendo el modelo clásico, proporción en la medida del hombre y, por tanto, característica de toda reflexión llevada a cabo en su larga trayectoria plástica.
