Pedro DE GUEZALA
(La Laguna, Tenerife, España, 7 de octubre de 1896)
(, 31 de marzo de 1960)
Dotado de una excepcional formación académica, Pedro de Guezala mostró, desde muy temprano, una vocación artística reforzada por las enseñanzas de Bonnín, Sorolla y Aguiar. Guezala desarrolló su producción en el fructífero panorama artístico del Archipiélago comprendido entre 1920 y 1960. Durante su primera etapa, participó activamente en los movimientos de vanguardia, literaria y figurativa, vinculados al Modernismo, corriente a la que contribuye como ilustrador –buscando nuevos signos identitarios del territorio insular– en algunas de las publicaciones más señeras de mediados del siglo XX, optando, posteriormente, por un lenguaje adscrito a la figuración renovada.
A principios de la década de los 20, se matricula en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid, tras abandonar una truncada carrera militar. Tras su retorno a la isla, ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de Santa Cruz. Será en esta época cuando
su actividad artística se intensifica: ilustra libros y revistas, realiza bocetos para carteles, participa en el II Salón de Humoristas Canarios, forma parte de la Junta de Gobierno del Círculo de Bellas Artes y recibe la Medalla de Oro en Artes Decorativas por la vidriera del Pabellón Canario de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, entre otros méritos.
En 1931 participa en el XII Salón de Otoño de Madrid y el jurado le propone como miembro de la Asociación de Pintores y Escultores, apenas un año después, se incorpora a la Escuela de Náutica de Santa Cruz de Tenerife como profesor de Dibujo Lineal y de Máquinas, un cargo que desempeña hasta su muerte.
No obstante, el genio plástico de Guezala, podría considerarse opacado por la elección de una temática destinada a la burguesía local. Conocido como “el pintor de las magas" –un tipo de campesina racializada que gozó de gran demanda– el éxito iconográfico eclipsó, en gran medida, las aportaciones estéticas de su producción más íntima y vanguardista.
