10 abr 2009 > 12 abr 2009
"EL CANTO DE LOS PÁJAROS (EL CANT DELS OCELLS)"
Viernes 10, sábado 11 y domingo 12 de abril a las 19:00 y 21:30 horas. Entrada general: 4€
Versión original en catalán y hebreo con subtítulos en español
Título original: EL CANT DELS OCELLS.
Dirección: Albert Serra.
Guión: Albert Serra.
Fotografía: Jimmy Gimferrer y Neus Ollé. Blanco y Negro.
Música Pau Casals.
Intérpretes: Lluís Carbó, Lluís Serrat Batlle, Lluís Serrat Masanellas, Mark Peranson, Montse Triola, Victòria Aragonés.
País: España.
Año: 2008.
Duración: 98 min.
Estreno en España: 19/12/2008.
Sinopsis:
Los 3 Reyes Magos van camino de Belén para adorar al Mesías, que acaba de nacer...
Notas:
Dirge Albert Serra (Cataluña, 1975). Estudió Filología, Historia del Arte y Teoría Literaria, y llegó casualmente al mundo del cine. Su primer largo, Crespià, la película, no la ciutat (2002), se convirtió en una película de culto. La siguiente, Honor de caballería, considerada por Cahiers du Cinèma como una de las mejores películas de 2006, fuie premiada en multitud de Festivales. Es uno de los más inclasificables y controvertidos cineastas españoles en activo, deudor reconocido del universo de Angelopoulos, Tarkovski, el Gus van Sant más radical, (el de Gerry o Elephant), Alexander Sukorov o Pasolini, entre otros. Mimado por la crítica y los festivales franceses, este enfant terrible, ha colocado sus dos últimos trabajos en la Quinzena de los Realizadores del Festival de Cannes, donde ha recibido tanto entusiastas adhesiones, como masivas deserciones. El cant del ocells fue recibida en Cannes con división de opiniones, unos la tacharon directamente de bodrio, otros la consideran una auténtica obra maestra.
Está rodada en Gran Canaria, Tenerife, Francia e Islandia.
Crónica de la presentación de la película en Cannes:
"Los Reyes Magos, la Virgen María, San José y el Niño, sin animales ni camellos, con solo un cordero y un ángel en algunos momentos. El conjunto filmado por el director español Albert Serra ha ofrecido en Cannes uno de los grandes momentos cinematográficos del festival. Colocado sobre paisajes espectaculares de Formentera, Gran Canaria, Tenerife, Islandia y Francia, por su belleza o por su simplicidad, 'El cant dels Ocells' ('El canto de los pájaros'), segundo largometraje del único director español seleccionado este año en el Festival de Cannes, no deja nadie indiferente.
La película "cuenta lo que dicen esas tres frases de la Biblia: unos Reyes Magos que llegan a un sitio, que parece ser el Portal de Belén, y se van", según ha explicado el director. El público ha respondido fielmente a sus deseos al contar aquel "primer viaje iniciático" emprendido en su día por los Reyes Magos y que los belenes de medio mundo reproducen cada año. Un poco a la manera en la que ha pintado Albert Serra el suyo, sólo que sus reyes de alpargatas, más bien robustos, austeros, sin séquito alguno pero sí con corona, elevan la cinta a un surrealismo hiperrealista que puede ser sublime. "Yo intento hacer un cine que no se parezca al de ningún otro", es decir, "un ir más allá, hacia otros aspectos más abstractos, más atmosféricos e indefinidos".
Sí, los reyes hablan poco sobre las maravillas que ven, sobre el incómodo lugar elegido para dormir una noche, una situación magníficamente filmada que ha regalado una deliciosa hilaridad general; o sobre los sueños de cada cual, "siempre bellos" o con serpientes devoradoras. La Virgen y José son aún más silenciosos, y el ángel se limita a anunciar la Buena Nueva. Las fuerzas del mal no tienen nada que hacer, por mucho que a las del Bien no parezca irles todo fenomenal. Salvo José, en hebreo, los demás personaje traen el catalán al festival, lengua materna de un realizador provocador como pocos". (El País, 20/05/2008)
Premios y Festivales: Se presentó en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cine de Cannes 2008 y en la Sección Zabaltegui del Festival de Cine de San Sebastián. Ganadora del Gran Premio del Jurado en el Split International Film Festival. Ganadora del Premio Gaudí del cine catalán a la mejor película, mejor director y mejor fotografía. Ganadora del Grand Prix en el Entrevues Film Festival.
Diálogos de cine: "- ¿Sabes lo que dicen los santos sobre el amor de un padre? / -¿Qué dicen...dónde lo has leído...dónde? / - Dicen que el amor de un padre atormenta...con el amor de un hijo, uno se deja atormentar". (Padre e hijo, de Aleksander Sokurov, 2003)
Críticas:
"Muy pocos cineastas logran, con apenas dos películas en su haber, ser tan diferentes del resto, tan reconocibles en los más nimios detalles. Albert Serra sabe adónde se dirige y no es exagerado decir que es uno de los nombres más importantes del cine contemporáneo (...) El cant dels ocells es un paso más en esa búsqueda: son ahora los Reyes Magos, tres catalanes regordetes y susurrealistas, quienes visitan a la Virgen María y a José. Como un abismo hipnótico, el cine de Serra invita a perderse dentro, a posar la mirada sin un propósito fijo en esos encuadres pictóricos de paisajes contrastados, a encariñarse con esas pasolinianas figuras religiosas; un viaje absurdo a un pasado teñido de presente." (Cineísmo)
"El cant dels ocells, y el cine de Albert Serra, está tan cerca del cine de Straub & Huillet como de la broma garrula. Quizás es ése el encanto de El cant dels ocells: el frágil equilibrio que sustenta esta desmitificación de la Epifanía de los Reyes Magos de Oriente, con tres actores no profesionales perdidos en el paraíso volcánico de Canarias, está en la extrañeza del tono, errante y vagamente cómico, impreso en las hipnóticas imágenes en blanco y negro, rodadas en vídeo de alta definición. En efecto, las imágenes de El cant dels ocells parecen gestadas en otra dimensión, esa intersección en la que el extremo naturalismo se cruza con la extrema abstracción. Es difícil que el peregrinaje de estos Reyes Magos alienígenas aburra: la belleza formal de la película tiene un magnetismo a prueba de bombas. Tres secuencias para recordar. 1/Los Reyes perdidos en el horizonte, a lo Gerry. 2/Los Reyes adorando a la Virgen María y al Niño Jesús, en plano congelado y con el tema de Pau Casals como banda sonora. 3/Los Reyes discutiendo por un lugar en el sol, como si fueran tres niños intentando dormir la siesta un día de campo...y el plano final, tan impresionante como el del desierto" (TCM, El cine que ya deberías haber visto)
Se odia o se adora "Hablar de Albert Serra es hacerlo de un tipo peculiar, de un cineasta que camina a contracorriente. Arrogante, bufonesco y brillante a partes iguales, referirse a Albert Serra (al menos al Albert Serra que se muestra en público y que habla de su propia obra en términos absolutamente hiperbólicos) es lo mismo que referirse a su cine, porque así es exactamente como podrían definirse sus películas: arrogantes, bufonescas y absolutamente brillantes. Autor de sólo tres largometrajes, Crespià (prácticamente desconocido y centrado en la cotidianeidad de los habitantes de su pueblo, Bunyoles), Honor de cavalleria (adaptación libérrima y pasoliniana del Quijote) y la que nos ocupa, El cant dels ocells (que relata de forma fascinantemente terrenal la travesía de los tres Reyes Magos), el cineasta catalán se ha convertido ya en uno de los iconos de la vanguardia cinematográfica, como demuestra el hecho de ser un fijo en una de las secciones prestigiosas del festival de Cannes. Sin embargo, uno tiene la sensación de que el cine de Albert Serra no dejará de ser nunca carne de festival y de no más de un par de salas minoritarias; "marginalidad" (que no deja de tener algo de elitismo) que se fomenta desde la propia concepción radicalmente libre de las películas. Pues bien, tras ver El cant dels ocells, esa sensación no sólo se mantiene, sino que se multiplica: más libre, más radical en sus planteamientos, más excéntrica, más abstracta, más depurada, más estilizada, más cerca de "lo sublime". De El cant dels ocells me fascina su potencia plástica tanto como la divertidísima ingenuidad de sus diálogos improvisados; me fascina su condición de cine "puro", despojado totalmente del lastre de la dramaturgia y la narratividad, tanto como la finísima línea que la separa de la payasada garrula, línea que Serra no sobrepasa nunca aunque se sitúa en muchas ocasiones sobre ella; me fascina su irreverencia con las convenciones tanto como su reverencia hacia cineastas como Pasolini, Bresson o Straub; me fascina su compleja puesta en escena tanto como su inocente, casi tontorrona relación con el dispositivo cinematográfico...Me fascina, me fascina, me fascina. Sé que es demasiada fascinación, casi fundamentalista, para un solo texto, pero resulta difícil asumir una postura no radical frente a la propuesta de Serra: muchos, la mayoría (y Serra es perfectamente consciente) la detestarán sencillamente porque les parecerá una tomadura de pelo, y no les costará encontrar argumentos ara ello, porque realmente lo parece; algunos, pocos, la minoría (y Serra es también consciente, y además le encanta) la adorarán porque detrás de esa apariencia de "boutade" se esconde toda una declaración de intenciones, toda una fina línea de investigación en busca de las posibilidades expresivas de un medio que ha sido durante mucho tiempo esclavo de reglas como la narración, el figurativismo, la dramaturgia, el guión, los actores y sus dichosos métodos... Lo que se pregunta Serra es qué pasa cuando los personajes no callan a las personas que los interpretan; cuando la narrativa, la historia, el guión y las situaciones demasiado prefabricadas no coartan lo que puede llegar a pasar delante de una cámara. Y el resultado puede ser desconcertante, sí, pero da cuenta de lo poquísimo que el cine ha explorado en sus capacidades expresivas y narrativas hasta la fecha (Para que quede constancia, Serra no es el gurú del cine más experimental, ni mucho menos, es sólo uno de los muchos que exploran esos caminos: desde Gus Vant Sant hasta Apichatpong Weerasethakul, pasando por Raya Martin, Abbas Kiarostami, José Luis Guerín o Pere Portabella, la nómina de cineastas que no se pliegan a las convenciones es muy, muy larga). En definitiva, este extravagante periplo de los Reyes Magos, sin mitología, sin iconografía religiosa, sin un ápice de mística; este viaje polvoriento, terrenal, agotador, más bien grotesco y, por momentos divertidísimo, rodado en un maravilloso blanco y negro propio del mejor Philippe Garrel; esta travesía suicida, sin destino claro que ha emprendido Albert Serra es la película del año". (Carlos Balbuena, Contrapicado)
INFORMACIÓN Y HORARIO:
10 abr 2009 > 12 abr 2009.
Tlf: 922 849 090 (De martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas)
Entrada: Libre