La artista Romina Rivero (Tenerife, 1982) realizó durante el mes de junio una residencia artística en TEA Tenerife Espacio de las Artes. El espíritu no es un hueso es el título del trabajo realizado, un proyecto que consta de una pieza instalativa que se presenta como obra inédita y que está formada por una serie de objetos seriados, vértebras humanas.
El espíritu no es un hueso consiste en una intervención formal-estética sobre una serie de objetos cotidianos. La narrativa visual de este proyecto se cimienta y articula en torno a la investigación de una relación de conceptos específicos: poder, resistencia, creación, vida y libertad, pues donde habitan las relaciones de poder, habita el poder y existe por ende la resistencia.
La artista ha realizado esta residencia en TEA tras haber sido elegida para ello a través de una convocatoria pública. Se trata de un nuevo programa de residencias artísticas, creadas para apoyar a artistas canarios/as o residentes en la Isla fomentando la producción de sus obras y la investigación inherente al proceso de creación.
La concesión de estas residencias, que este año fueron para Romina Rivero y para Franzisca Siegrist, se produjo régimen de concurrencia competitiva, de acuerdo con los principios de objetividad, transparencia, igualdad y no discriminación.
Romina Rivero tiene el Grado en Bellas Artes, itinerario de Arte Multidisciplinar Contemporáneo por la Universidad de La Laguna (2014). Entre sus muestras individuales se encuentran Ad Intus, el espacio que habitamos. (Centro de Arte La Regenta, 2017, y TEA, 2015), Benches for Europe: Flow-er (La Laguna, 2015) e Instantes sutiles del éter (La Laguna, 2013).
Entre las colectivas en las que participado figuran la I Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Emergente Eve-Maria Zimmermann (Tenerife, 2016), In (gestus) (La Laguna, 2016), Now’15 (Galería de Arte Artizar. La Laguna, 2015), Frágil equilibrio (La Recova, Tenerife, 2014) y La Mesa. Formas del arte (Museo de Historia y Antropología de Tenerife, 2012), entre otras.