TEA Tenerife Espacio de las Artes da la bienvenida esta semana a las personas seleccionadas para el programa de residencias Producción 0. Una detonación Invisible: Miguel Rubio Tapia y Larisa Pérez Flores (en el apartado de Artistas residentes locales), Mónica Rodríguez, Víctor G. Carreño y Aniara Rodado (como Artistas residentes nacionales o internacionales), Carla Marzán (en la categoría de Curadora local) e Inés Plasencia Campos (en la modalidad de curadora nacional o internacional). Este programa de residencias, que se desarrollará hasta el 9 de julio en este centro de arte bajo la dirección de la artista y curadora Raisa Maudit (La Palma, 1986), plantea investigaciones transdisciplinares y no conclusas que puedan transformarse en diferentes proyectos dentro del museo en diferentes temporalidades, planteando una contaminación cruzada y poniendo en relación desde la línea curatorial del programa el contexto de TEA, los grupos de trabajos del museo, proyectos independientes y artist-run locales y proyectos y agentes de procedencia tanto local como internacional.
El programa plantea cuatro líneas curatoriales sobre las que se ha decidido tanto la selección de participantes en la residencia como los contenidos del programa: investigaciones más allá de marcos académicos establecidos, perspectivas no lineales de la construcción histórica, teoría-ficción como método para plantear y cuestionar realidades posibles, y experimentación entre disciplinas.
Dentro del planteamiento de las residencias se abre un abanico en forma de programa público que irá desplegándose durante la duración de la residencia. Ágora, encuentros y conversaciones con las residentes, representantes de proyectos activos en la programación del museo e invitadas externas vinculadas al arte, la investigación y el activismo. Dragones, visitas y encuentros con proyectos independientes, estudios de artista y espacios independientes dirigidos por artistas. Effigies, un programa de video centrado en el documental, el documental experimental y la experimentación entre ficción y no-ficción poniendo el foco en la arquitectura forense, las invasiones coloniales desde rituales cinematográficos y la muerte desde las relaciones de poder y emocionales. Effigies se dividirá en dos sesiones en las que se proyectará cada día el trabajo de dos artistas.
Inés Plasencia Camps llega a TEA con Ficciones para después de una vida, proyecto que explora los límites entre lo real y lo imaginado alrededor de la muerte. Indaga en las creaciones artísticas, así como en saberes contrahegemónicos y anticoloniales que, más allá de la dicotomía conformada por la idea del más allá y la nada, indagando en la potencialidad de lo vivo para alargar la existencia de nuestras muertas. El miedo a la muerte, a la propia y la ajena, pero también su asimilación como proceso vital, impulsa la fabulación y la construcción de relatos y la especulación en torno a futuros que integren las ausencias que nos rodean.
Inés Plasencia es comisaria, investigadora y escritora. Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual y Doctora en Historia y Teoría del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente es profesora asociada en esta universidad e imparte clases en Duke University en Madrid. Sus principales líneas de investigación son la historia de la fotografía, las artes visuales, y la cultura visual del colonialismo y sus continuidades aplicados a debates, preguntas y formas de cuestionar críticamente la contemporaneidad. En la actualidad la exploración del miedo a través de la prácticas artísticas y culturales contemporáneas se sitúa en el centro de su trabajo. Sobre este tema, ha comisariado los programas Los nombres del miedo (2021) y Miedo, amor y revolución (2022) en Intermediae-Matadero.
Carla Marzán Gutiérrez (Tenerife, 1997) aborda en su residencia cuestiones relacionadas con la voz y el gesto que la acompaña, para reflexionar sobre su incidencia en los cuerpos. En sus últimos proyectos se ha aproximado al patrimonio inmaterial de las islas señalando que, debido a su propia morfología, la tradición oral no es una cuestión inmutable sino viva. La investigación que planteará en esta residencia girará en torno a qué lugares ocupan estos fenómenos lingüísticos (verbales y no verbales) dentro del museo y de qué forma pueden archivarse.
Carla Marzán ha estado presente en exposiciones colectivas tanto en Canarias como en Valencia, además de en diversas residencias artísticas en las Islas. En 2022 presentó La narración que viene en el Ateneo de La Laguna, su primera exposición individual. Como co-comisaria, en 2023 llevó a cabo junto a Lucía Dorta Abad el proyecto Paisajes de Intersticio en el Espacio Cultural El Tanque.
Larisa Pérez Flores (Santa Cruz de Tenerife, 1986) es Doctora en Filosofía, Cultura y Sociedad por la Universidad de La Laguna. Ha participado en diversas publicaciones académicas y extracadémicas y ha realizado estancias de investigación e impartido conferencias en universidades europeas, americanas y africanas. En los últimos años ha colaborado además con fundaciones privadas, ONGs, administraciones públicas y centros de arte. Sus intereses giran en torno a las islas, los cuerpos, los desplazamientos y la descolonización del conocimiento.
Miguel Rubio Tapia (La Palma, 1999) presenta Ladrido-corteza lo pienso, una investigación en torno a cómo el cuerpo reproduce y legitima el relato colonial a través de posturas y gestos físicos, tomando como referencia la representación científica ilustrada y la documentación de momias guanches; como coincidencias y repliegues que hacen de hipersticióntrabaja desde la práctica artística y la curaduría. Su objeto de estudio se centra en las formas que toma la producción de conocimiento para legitimarse y reproducirse a través del cuerpo. Es graduado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna. Actualmente finaliza el programa de Estudios de Articulacions del IVAM y el Máster de Producción Artística en la UPV. Su práctica curatorial se encuentra vinculada a algo.algo editorial, proyecto editorial y curatorial gestionado con Mencía Machado.
Mónica Rodríguez (San Juan, Puerto Rico, 1980) propone La Germinal, un proyecto multidisciplinario que toma la forma de una biblioteca itinerante que sirve como espacio para la experimentación con formas alternativas de crear e intercambiar conocimiento. El contenido y énfasis temático de La Germinal está impulsado por la vida y obra de la escritora anarco-feminista puertorriqueña y activista laboral Luisa Capetillo (1879-1922). La Germinal aborda temas que van desde el feminismo, la justicia social, la pedagogía y la ecología.
Rodríguez obtiene su bachillerato en Arte de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico en 2005, una maestría del California Institute of the Arts (CalArts) en 2011 y fue becaria del Whitney Independent Study Program, Nueva York en 2012-2013. Ha participado en exhibiciones a nivel internacional, exposiciones colectivas incluyen Contemporary Art Museum of St. Louis (2022), TEA Tenerife Espacio de las Artes (2021) o Institute for Contemporary Art at VCU, Richmond, VA (2020). Rodríguez actualmente vive y trabaja en Los Ángeles (California).
Aniara Rodado y Víctor G Carrero presentan Triangular el Sur, una propuesta de investigación artística-curatorial para problematizar el tipo de tecnologías con las que queremos aliarnos. Este periodo de residencia supone un ejercicio de búsqueda y experimentación con tecnologías -no hegemónicas- que permita pensar desde perspectivas no lineales la construcción de imaginarios políticos, históricos y geográficos que tenemos de Canarias, en concreto de Tenerife, así como las relaciones entre el sur global y los sures del norte global.
Aniara Rodado es coreógrafa, artista e investigadora. Desde un punto de vista transfeminista y contracolonial, Rodado explora la brujería y las relaciones trans-especies, tomando como entrada el mundo vegetal. Su trabajo gira en torno a cuestionamientos sobre la presencia, la representación y la estandarización de distintos tipos de cuerpos, alianzas y diversas formas de vida; en el actual contexto de crisis ecológica y de fetichización tecno-científica. Como bailarina interroga el cuerpo humano como receptor-emisor inserto en contextos complejos, diversos, fragmentados y descentralizados, en los cuales lo humano es solo un elemento más. Sus proyectos incluyen instalaciones, textos, videos, publicaciones, performances y piezas de danza, creados bajo el paradigma de la cultura de código abierto y el bricolaje.
Víctor G. Carreño concibe su trabajo desde una práctica amplia, que a menudo cruza la frontera entre lo curatorial y lo artístico haciendo que se fundan. Se interesa por las tensiones entre sociedad y naturaleza y los sistemas de extractivismo y explotación por parte del entramado del sistema moderno-capitalista-colonial-patriarcal y, sobre todo, en los modos en que continúa operando a nuestro alrededor. Tiene una especial fascinación por los proyectos colectivos, comunitarios, que faciliten las relaciones sociales entre personas (humanas y no humanas), naturaleza y tecnología. Desde un punto de vista más formal, sus proyectos incluyen el comisariado de arte contemporáneo, la implementación de metodologías que incluyan las prácticas artísticas en investigaciones científicas, la creación de textos, la performance, la cocina, la captación de fondos para asociaciones, el audiovisual, el trabajo comunitario y la peripecia cultural, entre otras.