La tierra tiembla es la segunda exposición de la octava temporada de Área 60, un programa que tiene entre sus objetivos prioritarios el apoyo a jóvenes artistas y comisarios para dar visibilidad a sus propuestas y propiciar su inserción en el ámbito profesional. La muestra, comisariada por Raquel G. Ibáñez, reúne y enlaza proyectos de investigación artística realizados en una bahía en Puerto Rico, el macizo de Montserrat o la isla de Gavdos, donde el uso de la ficción se posiciona como la manera más apropiada de acercarse al universo simbólico de las sociedades que habitaron y habitan estos lugares.
Las piezas de las artistas Cristina Mejías, Marta van Tartwijk y Sofía Gallisá Muriente establecen en esta exposición un diálogo a varias voces, donde la relación entre lo real y lo no real tensa, complejiza y atraviesa los procesos de creación de las obras expuestas. Las artistas profundizan en la subjetividad de la memoria y sus narrativas históricas -con sus correspondientes problemáticas-, mediante el estudio de múltiples modos de documentación, imaginarios populares y la historia oral de los diferentes contextos y escenarios sobre los que han elaborado sus proyectos.
La tierra tiembla es una exposición que cuenta con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E) y que toma su nombre de una película de Luchino Visconti de 1948, un largometraje del neorrealismo italiano donde la mayoría de personajes no eran actores profesionales y donde la improvisación era una de las herramientas narrativas.
Cristina Mejías, Marta van Tartwijk y Sofía Gallisá Muriente proponen en Área 60 otros métodos de aproximación a diferentes contextos geográficos, generando nuevas maneras de producción y representación de un conocimiento basado en el encuentro entre experiencias en primera persona y el uso enfático y consciente de herramientas narrativas dentro del trabajo con la imagen. Son tres proyectos donde la investigación artística permite construir versiones y no verdades, tal como apuntaría James Clifford como una suerte de ficciones etnográficas de lo real.
Cristina Mejías se trasladó a Gavdos para integrarse, junto con Efthimis Theou en la excavación de Katalymata. Su obra An Other History parte de la creencia de los habitantes de la isla sostienen que fue donde la ninfa Calipso retuvo a Odiseo en su travesía de vuelta a casa, para poder mostrar este lugar como un espacio fronterizo entre la realidad y el mito. Esta investigación parte de su interés por la práctica llevada a cabo en Katalymata debido a su particular metodología de trabajo. Ésta propone un acercamiento al objeto arqueológico como un espacio híbrido en el que el hecho histórico y la producción cultural contemporánea se encuentran conectados, gracias a una continua simbiosis entre lo que cuenta la roca y lo que cuentan las narraciones de las personas locales que habitan la isla y conviven con la propia excavación.
Marta Van Tartwijk llega a Área 60 con Principio de incertidumbre, un proyecto que hace un recorrido sobre los procesos de construcciones identitarias a través de la imagen, cómo conocemos aquello nuestro y aquello extraño, lo foráneo. Para ello, la creadora trabajó sobre las apariciones en Montserrat los días 11 de cada mes y su relación con la Diada (11 septiembre) y haciendo un recorrido por la iconografía e imaginario de la cultura catalana.
Sofía Gallisá presenta Asimilar y Destruir, una pieza en la que podemos contemplar como una serie de fotogramas de una pista de patinaje sobre hielo frente a la bahía donde arribó Cristóbal Colón a Puerto Rico se derriten y descomponen en sal. Así pues, la documentación de los procesos químicos sobre la imagen se transfieren al imaginario de la nieve en esta colonia estadounidense y su relación a una larga historia de reconciliaciones simbólicas forzosas.
La tierra tiembla es la segunda exposición de esta etapa de Área 60, que se prolongará hasta diciembre y que se compone de tres muestras: La primera, Contra la piel, estuvo a cargo de Semíramis González; esta segunda, comisariada por Raquel G. Ibáñez, y la tercera, que corresponderá al tercer cuatrimestre del año, se realizará de manera conjunta tras una residencia de comisariado en Tenerife. Las dos comisarias fueron seleccionadas a través de una convocatoria pública, dirigida a jóvenes comisarios menores de 40 años residentes en España.
